Tres días después de su explosiva reacción al ser sustituido en el clásico, Vinicius Júnior rompió el silencio con un comunicado en redes sociales donde pidió disculpas a los madridistas, sus compañeros, el club y el presidente. Sin embargo, no mencionó a Xabi Alonso, el técnico que ordenó su cambio en el minuto 72, lo que reavivó el malestar interno en el Real Madrid.

El brasileño afirmó haber pedido perdón “en persona” durante el entrenamiento del miércoles, pero su omisión hacia el entrenador no pasó inadvertida. Fuentes del club reconocieron que el gesto no ayudó a cerrar el conflicto surgido tras su desplante público en el Bernabéu, cuando abandonó el campo entre gritos de enfado y se fue directo a vestuarios sin saludar a Alonso.

“A veces la pasión me gana por querer siempre vencer y ayudar a mi equipo… Prometo seguir luchando cada segundo por el bien del Real Madrid”, escribió el jugador.

El técnico vasco, que atraviesa su primer gran reto en la gestión del vestuario, evitó polemizar y se fue directo a los vestuarios sin saludar a Alonso. Desde la dirigencia, se descartó una sanción interna y se consideró el episodio como una “lección para ambos”.

El desencuentro llega en un momento en que Vinicius ha perdido protagonismo con Alonso: solo ha terminado tres de los diez partidos que ha iniciado, una situación muy distinta a la que vivía con Ancelotti.