Tres perros con pelaje azul brillante fueron avistados el pasado 6 de octubre de 2025 en las cercanías de la zona de exclusión de Chernóbil, en Ucrania, lugar del desastre nuclear ocurrido en 1986. Los animales fueron detectados por el programa Perros de Chernóbil, de la organización sin fines de lucro Clean Futures Fund, que desde hace años captura, esteriliza y libera a los canes que quedaron abandonados tras el accidente.
Jennifer Betz, directora veterinaria del programa, relató que los perros parecían estar cubiertos casi por completo de una sustancia azul. Aunque intentaron capturarlos con dardos sedantes, no lograron hacerlo debido a que los animales mostraron gran temor hacia las personas.
El inusual color generó rumores sobre posibles mutaciones genéticas vinculadas a la radiación. Sin embargo, los especialistas descartaron esa hipótesis. Betz explicó que los perros probablemente se revolcaron en una sustancia viscosa, posiblemente proveniente de un antiguo baño portátil hallado en la zona.
La organización también desmintió versiones que los acusaban de teñir a los animales. Durante las campañas de esterilización, los veterinarios utilizan marcadores temporales de colores en la cabeza de los perros para identificarlos, pero este procedimiento es distinto al caso observado, ya que los tres canes estaban cubiertos de azul de pies a cabeza.
En redes sociales, Clean Futures Fund reiteró que su labor se centra en la esterilización y cuidado de los animales, rechazando cualquier manipulación con fines de atención mediática.
Aunque no se ha confirmado el origen exacto de la sustancia, Betz señaló que los perros parecen estar sanos y que, mientras no ingieran grandes cantidades del material adherido a su pelaje, no se prevén riesgos graves para su salud.
El caso recuerda a un episodio ocurrido en 2021 en Dzerzhinsk, Rusia, donde una manada de perros apareció con pelaje azul cerca de una planta química abandonada. En aquella ocasión, se sospechó que los animales se habían revolcado en sulfato de cobre, un compuesto de color azul pálido.
Tras la evacuación de más de 120.000 personas en 1986, la fauna silvestre logró adaptarse a la zona de exclusión. Actualmente, perros, zorros, lobos, jabalíes, mapaches y aves habitan un entorno que alguna vez se consideró inhabitable, mostrando una sorprendente capacidad de resiliencia.
