La actriz Maria Riva, hija de la legendaria estrella Marlene Dietrich, falleció el 29 de octubre en su residencia de Gila, Nuevo México, a los 100 años de edad. Su hijo, Peter Riva, confirmó la noticia a través de un comunicado, expresando el profundo pesar de la familia y recordando la inteligencia y comprensión humana de su madre.
Riva, nacida en Alemania y criada en el Hollywood de la edad de oro, forjó su propia carrera con participaciones clave en la televisión estadounidense y un servicio a las tropas aliadas durante la Segunda Guerra Mundial. Tras su retiro, se dedicó a documentar la vida de su madre en una aclamada biografía que reveló las facetas más íntimas de la icónica actriz.
Con apenas nueve años, Maria debutó en el cine junto a su madre en la película «Capricho imperial». Su talento la llevó a Europa durante la guerra para entretener a las tropas, una labor que reflejaba el fuerte compromiso antifascista de la familia.
En la década de 1950, se consolidó como una figura familiar en la televisión en vivo. Participó en más de 500 programas para la CBS, como «Studio One», lo que le valió dos nominaciones a los premios Emmy. Su carrera frente a las cámaras concluyó cuando decidió establecerse en Suiza con su familia.
La muerte de Marlene Dietrich en 1992 impulsó a Maria a escribir «Marlene Dietrich por su hija Maria Riva». Esta biografía, de casi 800 páginas, es considerada la obra definitiva sobre la estrella, y en ella desveló con honestidad el carácter complejo y la vida privada de su madre.
El libro también detalló la profunda admiración que Dietrich sentía por la actriz mexicana Dolores del Río, a quien consideraba una de las mujeres más bellas de Hollywood. Esta amistad, mediada por el cineasta Orson Welles, unió a dos mitos del cine en una época dorada.
El fallecimiento de Maria Riva cierra un capítulo fundamental en la historia del espectáculo. No solo fue un testigo excepcional de una era, sino también una artista por derecho propio y la cronista que nos legó la historia humana detrás del mito de Marlene Dietrich. Su vida deja un vacío que invita a redescubrir su trabajo y el de su madre.
