El gobierno interino de Perú, encabezado por José Jerí, anunció el rompimiento de relaciones diplomáticas con México. La decisión se tomó luego de confirmarse que la exministra Betssy Chávez, acusada de delitos de rebelión y conspiración, recibió asilo en la embajada mexicana en Lima.
La medida fue comunicada por el canciller Hugo de Zela, quien señaló que México considera a Chávez una “perseguida política”. Para el gobierno peruano, esta postura resulta “equivocada” e “inaceptable”, lo que derivó en la ruptura diplomática.
De 36 años, Chávez inició su carrera política como congresista y rápidamente se convirtió en una figura cercana al expresidente Pedro Castillo. Entre octubre de 2021 y mayo de 2022 fue ministra de Trabajo, pero renunció tras una moción de censura por su manejo de una huelga de controladores aéreos.
Posteriormente, asumió como ministra de Cultura y, en noviembre de 2022, fue nombrada presidenta del Consejo de Ministros. Su gestión coincidió con la crisis política que estalló el 7 de diciembre de ese año, cuando Castillo intentó disolver el Congreso y fue detenido por intento de golpe de Estado.
Tras la caída de Castillo, Chávez fue acusada de complicidad en la intentona golpista y desaforada por el Parlamento. La Fiscalía la procesó por rebelión, conspiración y tráfico de influencias, además de solicitar su inhabilitación por 10 años para ejercer cargos públicos.
En 2023, la Corte Suprema ordenó su detención preventiva, aunque meses después el Tribunal Constitucional dispuso su excarcelación. Pese a ello, debía comparecer a audiencias judiciales, lo que no cumplió, quedando en desacato.
Autoridades peruanas confirmaron que Chávez se encuentra en la embajada de México en Lima, donde recibió asilo político. Esta decisión se suma a episodios previos de tensión bilateral, como el asilo otorgado a la familia de Pedro Castillo y la negativa de México a reconocer al gobierno de Dina Boluarte.
La figura de Betssy Chávez se ha convertido en el eje de un conflicto que trasciende lo judicial y alcanza lo diplomático. Su cercanía con Pedro Castillo, las acusaciones en su contra y ahora el asilo en México explican por qué su caso detonó la ruptura entre ambos países.
