Cientos de elementos de la Guardia Nacional desplegados en las ciudades de Chicago y Portland, en Estados Unidos, están siendo enviados a sus casas, mientras que quienes se queden seguirán fuera de las calles debido mientras los tribunales deciden sobre su actuación.
Así lo dio a conocer un funcionario del Departamento de Defensa de aquel país, quien destacó que estos movimientos son parte de un cambio mayor en los despliegues de tropas después de que el presidente Donald Trump inició su ofensiva contra la migración en varias ciudades gobernadas por demócratas.
Apenas el domingo, el Comando Norte informó que estaba “ajustando” las unidades en Portland, Los Ángeles y Chicago, aunque aseguró que habría una “presencia constante, duradera y a largo plazo en cada ciudad”.
Ahora, las fuerzas militares también planean reducir el número de miembros de la Guardia Nacional de Oregón, de 200 soldados a cien, aseguró el funcionario.
Por su parte, unos 200 miembros de la Guardia Nacional de Texas en Chicago también están siendo enviados a sus casas, mientras que 200 más estarán en espera en Fort Bliss, una base del Ejército que se extiende por Texas y Nuevo México.
De igual forma, 300 miembros se quedarán en Chicago para realizar entrenamiento, pero no tienen permitido realizar operaciones con el Departamento de Seguridad Nacional.
En dicho contexto, la administración de Trump ha intensificado sus leyes migratorias en Charlotte, Carolina del Norte, ampliando una campaña agresiva que ha sido encabezada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
