El número de víctimas mortales por el incendio en el complejo residencial Wang Fuk Court de Hong Kong ascendió a 128 personas, mientras se desconoce el paradero de unas 200 más, informó el secretario de Seguridad de la región semiautónoma, Chris Tang Ping-keung. El fuego se inició el miércoles 26 de noviembre, en la torre 8 del conjunto habitado por unas 4,600 personas, muchas de ellas de edad avanzada.
Tang detalló que 108 cuerpos fueron hallados en la zona del incendio, aunque no descartó que los equipos de rescate encuentren más víctimas. Además, señaló que entre los desaparecidos hay 80 cuerpos sin identificar. El número de heridos también aumentó a 79 residentes.
Las autoridades confirmaron que la rápida propagación de las llamas se debió al uso de planchas de poliestireno altamente inflamables en las ventanas, lo que provocó la explosión de cristales y la expansión del fuego hacia el interior de los edificios. Los inmuebles estaban cubiertos por andamios de bambú con mallas de seguridad, debido a trabajos de renovación.
El director del Departamento de Bomberos, Andy Yeung, reveló que las alarmas contra incendios no funcionaron correctamente, lo que será motivo de consecuencias penales. Vecinos aseguraron que nunca escucharon las alarmas cuando comenzó el fuego, que mantuvo focos activos hasta el jueves.
La Comisión Independiente contra la Corrupción de Hong Kong arrestó a ocho personas relacionadas con el incendio. Entre los detenidos se encuentran directivos de la empresa de arquitectura Will Power Architects, encargada de la consultoría del proyecto de renovación, así como ejecutivos de la constructora Prestige Construction & Engineering, acusados de homicidio imprudente grave.
Los sospechosos, siete hombres y una mujer de entre 40 y 63 años, incluyen gestores de proyecto, propietarios de una empresa subcontratada para el andamiaje y un intermediario. La investigación apunta también a posibles irregularidades en la adjudicación del contrato de rehabilitación, licitado en 2023 por 330 millones de dólares hongkoneses.
Tras la tragedia, considerada una de las peores en la historia reciente de Hong Kong, el jefe del Ejecutivo, John Lee, ordenó revisiones urgentes en todos los conjuntos de vivienda pública en obras de rehabilitación mayor, con el fin de evitar que se repitan incidentes similares.
