Una semana después de las elecciones generales en Honduras, el país aún no conoce los resultados oficiales, debido a la suspensión del conteo desde el viernes pasado. El Consejo Nacional Electoral (CNE), encabezado por Ana Paola Hall y Cossette López, informó que la paralización obedeció a problemas técnicos ajenos al organismo y vinculados a la empresa adjudicada ASD de Colombia, el proceso afecta directamente a los ciudadanos hondureños, quienes esperan claridad en medio de la creciente incertidumbre.

El último reporte del CNE, con el 88,02 % de las actas escrutadas, colocó en primer lugar al candidato del Partido Nacional, Nasry “Tito” Asfura, seguido muy de cerca por Salvador Nasralla del Partido Liberal. La candidata de Libre, Rixi Moncada, se mantiene en tercer lugar, lo que refleja una contienda sumamente ajustada.

El CNE explicó que la divulgación de resultados se detuvo por fallas técnicas ajenas al pleno y al equipo nacional, atribuidas a la empresa encargada del sistema. Estas dificultades se suman a las tensiones entre los tres consejeros, representantes de los partidos mayoritarios: Nacional, Liberal y Libre. La ausencia del consejero Marlon Ochoa en una comparecencia pública reforzó las diferencias internas.

Los resultados preliminares mostraron a Asfura con 1,132,321 votos (40.19 %), seguido por Nasralla con 1,112,570 (39.49 %). Moncada obtuvo 543,675 papeletas (19.30 %). La mínima diferencia entre los dos primeros candidatos ha intensificado las exigencias de verificación y revisión de actas, prolongando la espera y aumentando la suspicacia entre partidos y ciudadanos.

La paralización del escrutinio ha generado preocupación en sectores políticos y sociales, con llamados a mayor transparencia y rapidez. El partido Libre incluso solicitó la anulación del proceso presidencial. Por su parte, la Misión de Observación Electoral de la OEA instó a agilizar el conteo y garantizar trazabilidad para otorgar certeza en los resultados, subrayando que la contienda es extremadamente cerrada.

El proceso electoral, que incluye primarias e internas, representa un costo aproximado de 4 mil millones de lempiras (150 millones de dólares). La demora mantiene la tensión política y social, mientras comunidades como San Antonio de Flores apenas pudieron ejercer el voto días después, evidenciando las dificultades logísticas.