Una iglesia bautista en Evanston, al norte de Chicago (Illinois), presentó un pesebre que desató polémica por su representación inspirada en la política migratoria de la Administración Trump.

La propuesta fue realizada por la iglesia Lake Street, cuyos responsables explicaron que buscaban reflejar paralelismos entre la historia bíblica de la Sagrada Familia como refugiada y las prácticas contemporáneas de detención de migrantes en Estados Unidos.

El pesebre rompe con la tradicional imagen pacífica de la Navidad. En esta versión, María y José aparecen con máscaras protectoras contra gases, el niño Jesús está maniatado y cubierto con una manta metálica similar a las usadas en centros de detención, y figuras de centuriones portan chalecos con la leyenda “ICE”.

La ministra asociada Jillian Westerfield señaló que la intención fue mostrar una escena de separación familiar forzada, recordando que según la Biblia, José y María huyeron con Jesús a Egipto para escapar de la persecución del rey Herodes.

Las imágenes han generado incomodidad en la comunidad. Algunos calificaron la instalación de “herejía” y “blasfemia”, mientras otros la interpretaron como un llamado a reflexionar sobre la situación de los migrantes. Incluso, parte del montaje fue removida por visitantes y tuvo que ser repuesta.

Westerfield aclaró que el objetivo no es político, sino moral, y que la representación busca evidenciar el maltrato que sufren familias migrantes. “Nadie debe ser tratado de esa forma”, afirmó.

Desde enero de 2025, la política migratoria en Estados Unidos se ha endurecido con detenciones, deportaciones y el despliegue de la Guardia Nacional en ciudades como Chicago. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha ampliado su autoridad, limitando el acceso al asilo y programas humanitarios.

El reverendo Michael Woolf, líder de la iglesia, expresó que esperan que el pesebre motive a la comunidad a reflexionar y actuar en favor de las familias migrantes que enfrentan separación y deshumanización.