El enfrentamiento que Tailandia y Camboya mantienen en su frontera común por quinto día consecutivo ya dejó 22 personas muertas (12 del lado tailandés y diez del camboyano), mientras se esperan posibles llamadas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien se ofreció a mediar el conflicto.

Este jueves, el portavoz del Ministerio de Defensa de Tailandia, Surasant Kongsiri, dijo en rueda de prensa que el país cuenta nueve militares y tres civiles fallecidos; por su parte, el ministro de Información de Camboya, Neth Pheaktra, reportó diez muertes de civiles.

Desde el martes, Trump afirmó que llamaría a los líderes de Tailandia y Camboya, Anutin Charnvirakul y Hun Manet, respectivamente, tras el nuevo enfrentamiento, que supone la mayor escalada desde julio del histórico conflicto que arrastran las naciones vecinas por la soberanía de varios territorios cercanos a su frontera común, de unos 820 kilómetros y cartografiada por Francia en 1907, cuando Camboya formaba parte de la Indochina francesa.

Es importante señalar que la oleada de ataques de julio cobró al menos 50 víctimas mortales en cinco días y cesó con un alto el fuego pactado en Malasia, mediado por Washington y con Pekín como observador de las conversaciones, que en octubre fue reforzado con un acuerdo de paz promovido por Trump durante una cumbre del Sudeste Asiático también en Malasia.

Sin embargo, el nuevo episodio de refriegas estalló el domingo y ha ido escalando a operaciones aéreas y navales, además de terrestres.

Lo anterior ha dejado más de medio millón de personas desplazadas a ambos lados de la divisoria, unas 400 mil en Tailandia y más de 190 mil en Camboya.