Ángela Aguilar y Christian Nodal siguen siendo una de las parejas más criticadas del medio artístico, más de un año después de su boda civil. El «hate» se ha centrado especialmente en la «Princesa del regional mexicano», debido a las percepciones de que su relación con Nodal comenzó como una supuesta «infidelidad» a Cazzu, su expareja y madre de su hija.
Recientemente, esta ola de críticas se manifestó de forma física: se viralizó un video de una posada en donde se utilizó una piñata con el rostro de Ángela Aguilar.
La Piñata de Ángela Aguilar desata la polémica
En el clip viral, se puede observar a los invitados de la posada bailando, pasando por encima y sentándose repetidamente sobre la piñata de la cantante.
Este acto generó comentarios divididos en redes sociales, reflejando la polarización del público:
- A favor (Argumento de «Karma»): Algunos usuarios justificaron el acto diciendo que la burla es el «karma» merecido por supuestamente ser una «roba maridos».
- En contra (Argumento de Bullying): Otros condenaron el video, señalando que el acto es una forma de «bullying» que cruza la línea del respeto.
Comentarios como «La virgen: otra vez tú» (aludiendo al anterior viral de Itatí Cantoral) y «Aquí no se rompió ninguna piñata, ni ningún corazón» (burla a su declaración) saturaron la conversación digital.
Origen de las críticas
Desde antes de Nodal, Ángela Aguilar ya era objeto de burlas, como cuando declaró ser «25% argentina» tras la victoria de ese país en el Mundial de 2022.
Sin embargo, las críticas se dispararon con su noviazgo y posterior matrimonio con Nodal. El público no olvidó que ella se había dicho «tía» durante el embarazo de Cazzu, y cuestionó la rapidez con la que se hizo pública la nueva relación. La cantante ha defendido que «no se había roto ningún corazón» y que la pareja solo «reencontró» su «historia de amor».
Pese al bullying constante y a reportes sobre una supuesta baja asistencia a sus conciertos, Ángela Aguilar no ha reaccionado a este video en particular. Sin embargo, en ocasiones anteriores, ha pedido respeto y un alto al «ciberbullying», enfatizando la importancia de la salud mental.
El incidente de la piñata de Ángela Aguilar subraya la intensidad de la polarización social y el acoso digital que enfrenta la cantante, reavivando el debate sobre los límites de la crítica en el espacio público.
