La icónica familia amarilla de Springfield se vistió de gala este domingo con la participación especial de Los Tigres del Norte. Los «Jefes de Jefes» hicieron su debut animado en la cadena FOX, interpretando un corrido original que narra la inusual alianza entre Homero Simpson y el Hombre Abeja (Pedro).

El episodio no solo destacó por la música sinaloense, sino por ser una de las entregas con mayor carga de referencias a la cultura mexicana en la historia de la serie, incluyendo guiños al cine contemporáneo y a la época de oro.

«El Corrido de Pedro y Homero»: La historia detrás de la letra

En el capítulo titulado “¡The Fall Guy-Yi-Yi!”, Pedro (el Hombre Abeja) se encuentra físicamente agotado por las peligrosas rutinas de su programa de televisión. Para sobrevivir a las grabaciones, decide contratar a un doble de acción: Homero Simpson.

La canción compuesta por Los Tigres del Norte detalla esta transición con su estilo narrativo característico:

“Pedro contrató un doble con la cabeza de hierro y una panza bien grandota, un calvo de nombre Homero. A reunirse se volvieron buenos amigos y compañeros».

Homenaje al doblaje y al cine mexicano

El episodio funcionó como una carta de amor a México, destacando tres momentos clave:

  • Humberto Vélez: el legendario actor de doblaje, quien dio voz a Homero en América Latina por años, apareció como personaje animado. Su intervención, «El dolor de este hombre me quita mis propias penas», ocurrió mientras Homero y Pedro rodaban por una pirámide.
  • González Iñárritu: el director mexicano también tuvo una participación especial dentro de la trama, reforzando la presencia del talento nacional en el guion.
  • Final estilo «Coco»: tras un accidente que deja a los protagonistas en coma, la escena se traslada al «mundo de los muertos» (inspirado en la estética de la película de Disney-Pixar), cerrando con los acordes instrumentales del clásico “Cien años” de Pedro Infante.

La aparición de Los Tigres del Norte en Los Simpson marca un nuevo hito en la relación de la serie con su audiencia latina, utilizando el corrido como vehículo para celebrar la resiliencia y la amistad en un contexto puramente mexicano.