Como hace 175 años la delegación Iztapalapa conmemora con la celebración multitudinaria del viacrucis, un milagro ocurrido durante tiempos coloniales donde, se cuenta, los fieles habitantes del pueblo de Iztapalapa representaron la Pasión de Cristo para combatir una epidemia de Cólera que comenzaba a diezmar la población y convirtieron en santuarios religiosos algunos templos locales y el gran Cerro de La estrella, donde culmina con la representación de la crucifixión el día viernes.

El jueves santo, los actores en sus diversos papeles de nazarenos, romanos, santos, apóstoles y la divina familia excluyendo a San José, recorren las calles de la delegación para dramatizar pasajes bíblicos que son acompañados con la mirada por millones de espectadores que se aglomeran para realizar el santo recorrido anterior a las 12 estaciones, quienes en muchas ocasiones forman parte también de la representación y se atavían de alguno de los personajes, ya sea por cuestión de fe o para cumplir algún tipo de penitencia personal.