Un marroquí casado desde hace 35 años con una mujer con la que tuvo nueve hijos la denunció y le pidió el divorcio después de enterarse de que ha sido estéril toda su vida, al norte de Rabat, la capital marroquí.

El hombre fue a consultar a un urólogo por una lesión parecida a la varicela en su testículo derecho. Los análisis rutinarios revelaron que era estéril y que la razón de la infertilidad estaba claramente ligada a ese quiste testicular.

El hombre, completamente indignado, presentó una denuncia por adulterio -delito penal en Marruecos-, y quiere renunciar al cuidado de los hijos.