23 futbolistas de la selección mexicana de futbol asistieron a una fiesta el pasado 2 de junio en la Ciudad de México luego del juego de despedida que se realizó en el Estadio Azteca.
Los jugadores Rafael Márquez, Andrés Guardado y Guillermo Ochoa, mediante sus representantes, alquilaron una lujosa casa en la capital del país para dicho fin.
Algunos elementos del Tri invitaron a amigas, celebridades y amigos cercanos. Hubo dos grupos de jugadores: los que fueron exhibidos y los que permanecen sin dar una declaración al respecto.
Diferentes fuentes dieron s conocer que asistieron 80 personas y que a la entrada se les pidió dejar sus celulares para evitar que se filtraran imágenes de la reunión que inició a las 22:00 horas.
“Estuvieron los 23. Salieron del Estadio Azteca en camionetas y se fueron a la casa. Cenaron ahí. Sé que hubo mujeres”, comentó bajo condición de anonimato uno de los invitados de los futbolistas.
Un segundo testigo dijo que hubo jugadores que llegaron a diferente hora y otros se fueron en el transcurso de la noche.
Uno de los futbolistas aseguró que no hubo escorts como lo informaron algunos medios mexicanos. “Fue algo planeado. No hubo ninguna mujer pagada. Eran libres”, dijo.
Un familiar de uno de los jugadores coincidió con esa versión y dijo que se trató de “una fiesta normal, había de todo, agua para el que no quisiera tomar alcohol, hubo algunos que no tomaron nada. Eran amigas, no escorts”.
“Era una fiesta para cerrar filas, unir al grupo, llegar bien. Al final el grupo está partido”, agregó.