«La lujosa ciudad de Dubái, en Emiratos Árabes Unidos, se convirtió en los últimos años en una guarida de magnates internacionales enriquecidos con capital criminal y sancionados por el Tesoro de Estados Unidos».
Así lo señala El Universal en su artículo donde revela que narcotraficantes mexicanos, contrabandistas de material nuclear, patrocinadores de conflictos armados, cleptócratas, lavadores de dinero y terroristas financieros pertenecen a la lista de inversionistas en Dubái.
Tal es el caso de Hassein Eduardo Figueroa Gómez, empresario de Jalisco que, junto con su padre, Ezio Benjamín Figueroa Vázquez, fue identificado como líder del narcotráfico por la Ley Kingpin en 2012.
De acuerdo con el diario, el informe Sandcastles-Tracing Sanctions Evasion Through Dubai’ s Luxury Real Estate Market, señala que Estados Unidos acusó a Figueroa Gómez y Figueroa Vázquez de traficar toneladas de sustancias químicas de Europa y África subsahariana hacia México, para venderla a cárteles con el fin de producir metanfetaminas.
Figueroa Vázquez fue detenido y extraditado en 2011 a la nación estadounidense, donde se encuentra encarcelado, mientras que Hassein Eduardo sigue prófugo y «parece haber utilizado a Dubái como base para continuar sus actividades comerciales, mediante transacciones de por lo menos 4.34 millones de dólares en bienes de lujo«.
Tras su designación como el líder del narcotráfico por el Departamento de Tesoro, las empresas de Figueroa Gómez se mantuvieron activas, administradas por dos socios, Rodrigo Romero Mena y Leopoldo Ochoa Juárez, quien fue asesinado en 2012 en territorio mexicano.
En Dubái, Figueroa Gómez posee al menos tres propiedades con valor de 1.1 millones de dólares, entre ellas un penthouse; así como siete empresas, tres con domicilio en los Emiratos Árabes y cuatro en Chipre, que no habrían sido investigadas por el Departamento del Tesoro.
El informe señala que Hassein Eduardo «parece haber efectuado múltiples operaciones comerciales de empresas en Dubái y ha invertido 4.34 millones de dólares en propiedades. Todas sus compañías -tres en los Estados Unidos y cuatro en Chipre- siguieron concluidas en los registros corporativos correspondientes después de su designación en Norteamérica. Al menos una todavía aparece activa hoy«.