China criticó el miércoles la amenaza de Estados Unidos de subir los aranceles a una nueva tanda de importaciones, incluyendo manzanas, barritas de pescado y puertas francesas, calificándola de escalada “totalmente inaceptable” en su batalla comercial, y prometió proteger sus “intereses fundamentales”.
El gobierno no ofreció más detalles, pero el Ministerio de Comercio había amenazado antes con adoptar “amplias medidas”. Esto avivó el temor a que Beijing pueda ir más allá de equiparar el aumento de los aranceles a las importaciones decretado por Washington, hostigando a las empresas estadounidenses en el país.
El creciente conflicto derivado de la política tecnológica de China amenaza con paralizar el crecimiento de la economía global. La disputa parte de la creencia de Washington de que Beijing roba o presiona a las empresas para que entreguen su tecnología, y de la preocupación porque los planes estatales de desarrollo centrados en robótica y otros campos puedan erosionar el liderazgo industrial estadounidense.
La Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) anunció el martes una posible segunda ronda de gravámenes sobre una lista de 200.000 millones de productos chinos que van desde alarmas antirrobo hasta caballa. El pasado viernes, Washington impuso aranceles del 25% a 34.000 millones de dólares en productos chinos y Beijing respondió gravando una cantidad equivalente de productos estadounidenses.
“Es totalmente inaceptable que los estadounidenses publiquen una lista de aranceles de una forma que acelere y escale” el conflicto, dijo el Ministerio de Comercio de China en un comunicado. “Para proteger los intereses fundamentales de la nación y su pueblo, el gobierno chino se verá obligado a imponer las contramedidas necesarias”.
La USTR dijo que las nuevas acciones son una respuesta a la decisión de Beijing de no cambiar sus políticas e imponer nuevos impuestos como represalia. Donald Trump ha amenazado con gravar hasta 550.000 millones de dólares en productos chinos, el equivalente a casi el total de las exportaciones anuales de productos chinos al país.
La oficina federal estadounidense escuchará comentarios públicos y sostendrá audiencias sobre el plan del 20 al 23 de agosto, y tomará una decisión después del 31 de agosto, indicó un funcionario de alto rango que habló con los reporteros bajo condición de anonimato.
La primera lista de aranceles estadounidenses se enfocó en los productos industriales chinos para tratar de limitar el impacto en los consumidores del país. En su ampliación se incluirían productos que las familias compran, incluidas lámparas, jugo de manzana y barritas de pescado.