Jadav Payeng, activista ambiental y guardia forestal, ha dedicado casi cuatro décadas de su vida a crear un bosque, una auténtica reserva natural en lo que antes fue un terreno baldío en la isla de Majuli de su natal Jorhat, India.

Todo empezó en 1979, cuando el joven Jadav se quedó impactado por el descubrimiento de decenas de reptiles muertos en el banco de arena del río Brahmaputra.

Ante esto no se quedó callado y denunció el daño ambiental ante autoridades, que en respuesta le dieron 20 semillas de bambú para plantar.

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Después, cuando la autoridad forestal del distrito de Golaghat emprendió una campaña para plantar 200 hectáreas de árboles, Molai, como es apodado Jadav, fue uno de los primeros y más fervientes participantes en el proyecto que duró 5 años.

Sin embargo, el apoyo o no del gobierno no sería un factor para que Jadav se detuviera en su lucha, por lo que decidió plantar un árbol al día hasta conseguir, 37 años después, un bosque que ha sorprendido al mundo por su extensión y características.

Y pruebas no faltan, el tamaño del bosque, llamado Molai en honor a su creador, duplica al del Parque Central de Manhattan de Nueva York; ahora es un un lugar de sombra para los animales y la gente, y que además frenó la desaparición de Majuli.

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Hoy, esta reserva acoge a tigres, rinocerontes, elefantes, otros animales grandes y pequeños y varias especies de pájaros.

La historia de Jadav Padeng le ha valido el reconocimiento de las autoridades indias e incluso el documental Forest Man de 2013, en el que se relata su vida y su hazaña natural.