La construcción del Tren Maya no implica desplazamiento, explotación y mucho menos la “colonización” de pueblos y comunidades indígenas; por el contrario, su trayecto respetará su integridad cultural y territorial, afirmó Adelfo Regino Montes.
El propuesto como próximo titular del Consejo Nacional de los Pueblos Indígenas señaló a la agencia Notimex que “el nuevo gobierno de la República de ninguna manera decidirá cuáles son las prioridades de desarrollo de los pueblos a partir de sus potencialidades, sino que ellos definirán sus prioridades”.
Proyecto del Tren Maya inicia 16 de diciembre: equipo de AMLO
En entrevista, recordó que una cosa es la consulta ciudadana programada para los días 24 y 25 de noviembre, que tendrá un costo de un millón 800 mil pesos, en la que se preguntará a la población si está de acuerdo o no con 10 programas prioritarios de la próxima administración federal, entre ellos el Tren Maya.
Otra consulta será para conocer la voz de cada comunidad en alguno de los cinco estados por donde se edificará el proyecto: Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Tabasco y Chiapas, a lo largo de sus mil 500 metros de construcción, lo que permitirá detonar el desarrollo económico, social y cultural del sureste mexicano.
“Hay que distinguir lo que es una consulta ciudadana y una consulta indígena. En la primera se pide la opinión de la ciudadanía en ejercicio de un derecho individual. En el caso de la segunda, es un derecho colectivo que tienen los pueblos y las comunidades indígenas”, expresó.
Cuestionado respecto si hay tiempo para construir el referido protocolo, el exsecretario de Asuntos Indígenas del Gobierno de Oaxaca precisó que “ese es un tema que se platicará con cada comunidad, dado que no se trata de una consulta genérica, deberá especificarse con cada comunidad y cada pueblo indígena en particular, de acuerdo a sus usos y costumbres”.
A pesar de la votación, el Tren Maya tiene como fecha de inicio de construcción el 16 de diciembre, y entre otras ciudades turísticas que unirá están Cancún, Quintana Roo; Calakmul, Campeche; Palenque, Chiapas, y Chichén Itzá, Yucatán. Para la consulta se instarán mil 102 casillas, enfocándose en la región suroeste del país y contendrá 10 preguntas en las que se deberá elegir entre un “sí” o un “no”.
Descartó que ello signifique algún desplazamiento de sus tierras, por lo que no habrá afectación a los derechos de los pueblos indígenas, pues los pueblos ya no están para que se repitan las historias del pasado.
Expuso que tiene conocimiento de que la primera etapa del tren se hará sobre vías férreas existentes, por lo que “no se trata de ampliar el derecho de vía que ya está establecido en estos lugares”; sin embargo, eso amerita una reflexión más específica con las y los expertos en la materia.
Interrogado sobre los beneficios que el Tren Maya aportaría a las comunidades, detalló que detrás de ello hay dos justos reclamos que deben observarse y cumplir: por un lado, la necesidad de que participen las comunidades y los pueblos a través de sus instituciones representativas y, dos, una distribución justa y equitativa de los beneficios.