Antonio Tarek Abdalá Saad, extesorero del gobierno de Javier Duarte, acudió a la Procuraduría General de la República (PGR) para llegar a un acuerdo y poder evitar ser juzgado por el presunto desvío de 55 mil millones de pesos, los cuales fueran transferidos a diversa cuentas por órdenes del exgobernador.

Milenio reveló que el exfuncionario estatal consiguiera un arreglo el pasado 30 de noviembre, ya que solicitó “criterio de oportunidad” con el cual tendrá que declarar en contra de Javier Duarte y otros involucrados, esto en todos los juicios que sean necesarios y de no ser así, Abdalá Saad sería juzgado nuevamente.

Fue a inicios del 2018 cuando Antonio Tarek comenzó a participar con la PGR como testigo colaborador, además de que esta declaración la realizó cuando se encontraba protegido por el fuero que tenía como diputado federal del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

También aceptó ser quien efectuó los pagos a las compañías irregulares, todo esto bajo las órdenes de Javier Duarte y su esposa Karime Macías, además de que el dinero provenía de partidas públicas que se asignaban a diferentes dependencias, no importando el estado de carencia en el que se encontraran.

Abdalá Saad mencionó que existían dos tipos de cuentas bancarias en la Secretaría de Finanzas de Veracruz, una de ellas era la específica en la que se depositaba el recurso federal destinado a la dependencia correspondiente, la otra, una cuenta concentradora donde se transfería el dinero ordenado por Duarte y Macías.

Todo esto era aprobado por Javier Duarte. Por lo regular me reunía con él en las noches y me indicaba que era lo que había que transferir de una cuenta a otra… todo era para hacer más fácil que se perdiera el rastro”, declaró Tarek.

Cabe mencionar que el extesorero aceptó ser una de las personas de mayor confianza del matrimonio y por ello, era el encargado de realizar este tipo de órdenes; es por esto que Antonio Tarek aparece en al menos 32 carpetas de investigación y pesan sobre él 11 averiguaciones previas.