Explosividad, gambeta y gol, son las tres palabras que definen la prolífica carrera de Romário de Souza Faria, quien celebrará 53 años de vida este martes.

El polémico exfutbolista brasileño, quien nació en Rio de Janeiro el 29 de enero de 1966, fue campeón con la selección de Brasil en la Copa del Mundo Estados Unidos 1994.

Romário fue uno de los goleadores más letales en la época de los 90 en el futbol mundial, conquistó un sinfín de títulos con Brasil a nivel de selecciones y mostró su mejor futbol con PSV de Holanda y FC Barcelona en España.

Su carrera inició en 1985 cuando surgió del club Vasco da Gama de Brasil, donde conquistó el campeonato Carioca en 1987 y 1988, deslumbrando con sus goles a los visores holandeses de PSV, que lo ficharon para llevarlo a jugar a la Eredivisie.

En Holanda, se vio una de las mejores versiones de Romário, con el equipo de Eindhoven conquistó tres veces el título de Liga, dos Copas de los Países Bajos y marcó 165 goles en 163 ocasiones que defendió la camiseta del PSV, cifra que sigue siendo un hito en la historia del actual campeón holandés.

En 1993 dio el salto de calidad en su carrera cuando fue contratado por FC Barcelona, con el que se hizo Pichichi de España en su primera temporada anotando 30 goles, que ayudaron a que los culés conquistaran la Liga, bajo el mando de Johan Cruyff, en un conjunto que fue conocido como el Dream Team de aquellos días.

Para la justa mundial de Estados Unidos en 1994, llegó como goleador de élite y fue clave para que Brasil conquistará la justa, en la que fue nombrado Mejor Jugador, al anotar cinco goles, incluido el segundo penal en la tanda definitiva frente a Italia.

Baixinho se encontraba en lo más alto del firmamento futbolístico en aquel momento, fue cuando los excesos aparecieron y su carrera fue a la baja, justo después de ser nombrado Mejor Jugador de aquel año por la FIFA.

El siguiente año, de Barcelona llegó al Flamengo de Brasil luego de su bajo rendimiento, anotó 59 goles en el mismo número de partidos, lo que le valió un infructuoso regreso a España con Valencia, que duró poco debido a una lesión.

De vuelta en país natal, Romario conquistó los únicos dos trofeos internacionales a nivel de clubes que posee, las Copas Mercosur del 99 y la de 2000 con Flamengo y Vasco da Gama respectivamente.

A partir de ahí fue a menos, pasó por el futbol de Qatar, Estados Unidos y Australia antes de volver a Brasil para poner fin a su carrera en 2009.

Pese a sus excesos, Romario es mejor recordado por sus goles con Brasil, con los que conquistó además del Mundial, dos Copas América y una Copa Confederaciones, marcó más de mil goles en toda su carrera para confirmarse como una leyenda del futbol mundial.