Un grupo de migrantes venezolanos saltaron este martes las barricadas instaladas en febrero por el gobierno de Nicolás Maduro en el puente binacional Simón Bolívar, en la frontera de Venezuela y Colombia, debido a que el río Táchira aumentó su cauce por las fuertes lluvias de los últimos días.

Centenares de migrantes venezolanos utilizan caminos de piedras aledaños –localmente llamados “trochas”– para llegar a la ciudad de Cúcuta, al nororiente del país, para comprar alimentos y medicinas.

Laura Gómez, de 35 años, dijo a la radio local RCN: “nosotros salimos desde muy temprano de San Cristóbal para llegar a Cúcuta en busca de alimentos y pañales para mi niña, pero al llegar a la trocha nos dimos cuenta que era imposible pasar el río Táchira porque se había desbordado, entonces junto con otras personas decidimos arriesgarnos por el puente internacional”.

Carlos Ramírez, otro ciudadano venezolano, dijo a esa misma radio que “estamos cansados de hacer largos recorridos y de pagar a los grupos armados para que nos permitan movilizarnos por las trochas ubicadas entre Colombia y Venezuela. Por eso al ver la dificultad de caminar decidimos enfrentarnos a las autoridades y les tocó dejarnos entrar al puente”.

Desde mediados de marzo la guardia venezolana reactivó un corredor humanitario para que estudiantes y personas enfermas tuvieran autorización para movilizarle por los puentes internacionales, pero paralelamente hay centenares de venezolanos que lo hacen por las distintas trochas en busca de bienes en Cúcuta.

El Director General de Migración Colombia, Christian Kruger, señaló al respecto que la decisión de Maduro de bloquear los puentes y restringir el paso de personas provoca que se incentive la irregularidad. No hay forma de detener a un pueblo que tiene hambre, que está muriendo por falta de medicinas, a un pueblo que agoniza porque el Estado no le proporciona los servicios públicos básicos”.

Kruger agregó que los migrantes venezolanos que se ven obligados a lanzarse a las trochas para poder cruzar hacia Colombia y de regreso a su país no sólo son “víctimas de sobornos por parte de la guardia nacional bolivariana”, sino que exponen su vida en las torrentosas aguas del rio Táchira. “Maduro está jugando con la vida de los venezolanos y esto debe ser rechazado por la comunidad internacional”, aseguró.

Según las autoridades colombianas, se encuentran en el país alrededor de 1.2 millones de venezolanos debido a la crisis económica y política que vive su país.