Los rescatistas trabajaban intensamente este sábado en una carrera contra el tiempo para encontrar con vida a 17 personas que continúan desaparecidas bajo los escombros, luego del derrumbe de dos edificios en Río de Janeiro, Brasil.
El desplome del viernes dejó hasta el momento siete muertos y ocho heridos. Los dos últimos decesos fueron de heridos que eran atendidos en unidades de salud y que no pudieron resistir, informaron las autoridades el sábado.
El desplome afectó a dos edificios de cuatro pisos, que según el alcalde de Rio de Janeiro, Marcelo Crivella, fueron construidos sin los permisos del gobierno en Itanhangá, una zona del oeste de la ciudad.