Por enésima ocasión, la agrupación política Antorcha Campesina (AC) desquició la ciudad y bloqueo dos de las avenidas y vialidades más importantes de la capital sin importarle los daños colaterales.
Esta vez fue la 11 sur y sus salidas laterales al periférico.
Y, como siempre, a la agrupación que encabeza Juan Manuel Celis Aguirre en el estado le valió un comino los intereses de los poblanos.
Porque la política de los antorchistas es “primero yo, después yo y al último yo”.
El resto de los ciudadanos, los que trabajan, los que luchan respetando la ley para tratar de aspirar a un estilo de vida digno no importan, que se jodan.
La ley de Antorcha es, para sus agremiados, la única que vale.
Al fin y al cabo es su modus operandi, su modus vivendi.
Porque todo mundo conoce la forma de operar de AC: la amenaza velada y las manifestaciones por encima de los demás.
Y luego les ofende la crítica.
Porque a los antorchistas, hay que reconocerlo, ningún gobierno los ha podido doblegar.
Ni siquiera el ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas pudo con ellos.
Contrario a lo que se pensó al inicio del sexenio pasado los antorchistas se salieron con la suya y continuaron amasando poder, territorio, propiedades, negocios y relaciones para continuar ampliando y fortaleciendo su organización.
Organización, que hay que subrayar, está a punto de convertirse en un partido político si es que el gobierno federal, estatal y municipal no la para en seco.
Así que mientras los políticos blandengues, la corrupción, el tráfico de influencias y los intereses de Antorcha se sigan privilegiando por encima de los ciudadanos el resto de los poblanos nos vamos a seguir fregando.
Ayer, con el mayor descaro, los antorchistas bloquearon la 11 sur utilizando las grúas con las que se apoya la dirección de vialidad municipal para arrastrar los autos que son detenidos en los distintos operativos y accidentes vehiculares que se registran en la ciudad.
Antorcha evitó el traslado de enfermos a los hospitales de la zona, el servicio de transporte público RUTA, el de taxistas y la circulación de cualquier poblano que intentara cruzar la 11 sur y el periférico por cualquier urgencia.
El motivo: exigir obras y acciones para la reconstrucción de caminos, puentes y pasos dañados por la tormenta Earl.
La demanda, hay que decirlo, puede ser válida pero la forma de manifestarla no.
Si AC quiere presionar o exigirle al gobierno algo entones que vaya y bloquee el ingreso a las dependencias de gobierno.
Que cerque el ingreso a las delegaciones federales, a las dependencias estatales y municipales pero que no afecte más los intereses de los demás, de los poblanos que trabajan día a día para sostener a sus familias.
Ojalá que los antorchistas tomen consciencia de sus malos actos y eviten más molestias a los poblanos que lo único que quieren es seguir circulando libremente por la ciudad y el resto del estado.
No se vale que unos cuantos decidan por los demás.
No es justo que los líderes de Antorcha y de Aquiles Córdova Morán sigan afectando el tiempo y el trabajo ajeno.
¿Hasta cuándo va a entender AC que ni Puebla, ni el resto del país es sólo su territorio?
¿Hasta cuándo va a seguir tolerando el gobierno prácticas arbitrarias y la cerrazón como medida de presión para lograr un fin determinado?
¿Si esto hace Antorcha como una simple organización política qué no hará como partido político, ya con recursos públicos?
Ya basta.
Ya es justo que alguien haga algo para evitar éste tipo de abusos.
¿O me equivoco?
En twitter: @poncharelazo
