El Chelsea jugará la final de la UEFA Europa League ante el Arsenal después de superar en la tanda de penaltis a un buen Eintracht de Frankfurt. Los ingleses supieron sufrir en la prórroga, y Kepa se vistió de héroe en los lanzamientos desde los once metros.
El Eintracht salió valiente a Stamford Bridge, demostrando por qué ha eliminado a Shakhtar Donetsk, Inter de Milán y Benfica en su camino hasta las semifinales. Así, Kepa Arrizabalaga tuvo que intervenir en el primer cuarto de hora tras los peligrosos remates desde el interior del área de Luka Jović, primero, y Da Costa después.
Pero el Chelsea, que antes de la cita acumulaba 16 encuentros sin perder en la competición, comenzó a cargar el juego por su banda izquierda, viendo que los alemanes sufrían por ese costado. En el 23’ Trapp sacó el remate de primeras de Giroud tras una internada de Emerson, pero el meta visitante nada pudo hacer cinco minutos después. Hazard atrajo a los defensores del Eintracht y cedió la pelota para Loftus-Cheek, que superó a Trapp con un disparo raso al palo largo.
Pero los alemanes no se vinieron abajo con el gol, y ya en la segunda parte Jović, quién si no, empató el choque. El serbio dio una lección de ‘9’ en el 1-1. Recibió un balón largo en la frontal, y tiró una pared con el pecho con Gaćinović para plantarse ante Kepa. Ahí, demostró su sangre fría para batir al vasco con la derecha y llevar la locura a los 5.000 germanos presentes en Stamford Bridge. A pesar de que ambos equipos pudieron aumentar su cuenta goleadora, con el 1-1 se llegó al final de los 90 minutos, lo que significaba prórroga.
En la primera parte del tiempo extra, Haller, que había salido desde el banquillo, rozó el tanto en dos ocasiones. Primero fue David Luiz quien sacó su remate en la línea de gol, y posteriormente Zappacosta sacó con la cabeza su testarazo cuando Kepa ya nada podía hacer. En el segundo acto de la prórroga, fue Trapp el que se vistió de héroe para impedir que un derechazo del propio Zappacosta besara la red. Por lo tanto, el segundo finalista se decidió en la tanda de penaltis. Allí, Kepa detuvo dos lanzamientos para asegurar una final londinense en Bakú.