No hay un “plan b” para los Juegos Olímpicos en el caso de que tengan a volver a demorarse por la pandemia del coronavirus, reconocieron los organizadores de Tokio 2020 este martes.
La organización está trabajando con la premisa de que la ceremonia inaugural se celebrará el 23 de julio de 2021, explicó Masa Takaya, vocero de los Juegos de Tokio. Los Juegos Paralímpicos arrancarán el 24 de agosto.
Las nuevas fechas fueron fijadas el mes pasado por el Comité Olímpico Internacional (COI) y los responsables de Tokio 2020 cuando el avance de la pandemia evidenció que la cita olímpica de este año no podría realizarse.
“Estamos trabajando para el nuevo objetivo”, apuntó Takaya, hablando en inglés en una videoconferencia con reporteros. “No tenemos un plan b”.
La gravedad de la pandemia y el número de fallecidos ha planteado la duda de si será factible que los juegos lleguen a celebrarse en poco más de 15 meses.
“Todo lo que puedo decirles hoy es que las nuevas fechas tanto para los Juegos Olímpicos como para los Paralímpicos se acaban de fijar”, apuntó Takaya. “En ese sentido, Tokio 2020 y todas las partes interesadas están haciendo ahora sus mejores esfuerzos para que los Juegos sean el próximo año”.
El presidente de COI, Thomas Bach, fue preguntado por la posibilidad de una nueva demora en una entrevista publicada el domingo en el diario alemán Die Welt. No respondió de forma directa, pero más tarde dijo que los organizadores y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, indicaron que “no podrían gestionar una demora más allá del próximo verano, como muy tarde”.
Los Juegos Olímpicos reúnen a 11 mil deportistas y 4 mil 400 deportistas olímpicos, además de a enormes equipos de los 206 comités olímpicos nacionales.
También hay cuestiones sobre viajes congelados, los cambios en las reservas de hoteles, llenar los estadios y arenas de aficionados, asegurar las sedes y el enorme costo de la reprogramación, que en Japón se estima en entre 2 mil y 6 mil millones de dólares.
El director ejecutivo del comité organizador, Toshiro Muto, abordó el tema en una rueda de prensa el viernes. Se le preguntará sobre lo mismo el jueves cuando los organizadores locales y el COI agendaron una teleconferencia con la prensa en Japón.
La otra gran interrogante es el costo por el retraso, y quien lo asumirá.
En la entrevista a Die Welt, Bach habló de que el COI tendría que absorber “varios cientos de millones de dólares” en costos adicionales. Bajo el contrato de ciudad anfitriona que firmó, Japón es responsable por la vasta mayoría de los gastos.
“Resulta imposible responder a eso ahora”, dijo Takaya. “No es nada fácil calcular el monto exacto de los costos adicionales de los Juegos, que han sido impactados por la posposición”.
Tokio 2020 asegura que la organización tiene un costo de 12 mil 600 millones. Pero una auditoría del gobierno japonés que se publicó el año pasado indicó que el costo es el doble. Del gasto total, 5 mil 600 corresponden a fondos privados. El resto es aportado por las arcas gubernamentales.