El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, intentó defender este martes su decisión de viajar con su familia a una residencia rural para pasar la Semana Santa a pesar de que las autoridades canadienses recomiendan no realizar viajes para limitar la propagación de covid-19.
Trudeau, que está ofreciendo ruedas de prensa diarias desde el inicio de la crisis de covid-19 aunque rompió esta práctica durante los pasados tres días, ha sido criticado por pasar la Semana Santa en Harrington Lake, la residencia rural del primer ministro de Canadá situada en las cercanías de Ottawa.
Pero hoy, Trudeau defendió su decisión porque llevaba tres semanas con su familia viviendo en Harrington y él trabajando en Ottawa, y dijo que siguieron “todas las instrucciones de las autoridades sanitarias”.
La justificación de Trudeau contrasta con los mensajes enviados durante las últimas semanas por las autoridades canadienses y reforzados la semana pasada de evitar todo viaje no imprescindible y las tradicionales reuniones familiares de cara a las celebraciones de Semana Santa.
Las autoridades incluso llegaron a recomendar a los canadienses que este año sustituyesen cenas familiares para celebrar la Semana Santa con reuniones virtuales a través de servicios de videoconferencia como Skype o Zoom.
Trudeau no es el único que se está enfrentando a las críticas de la población canadiense por no aplicar las recomendaciones que las autoridades están impartiendo a la ciudadanía.
El líder de la oposición, el conservador Andrew Scheer, también intentó defender este martes su decisión de viajar con su esposa y cinco hijos en un avión gubernamental en el que era imposible que los pasajeros mantuviesen la distancia mínima recomendada para evitar el contagio del covid-19.
Scheer declaró hoy que “aprovechó” la oportunidad de utilizar un reactor gubernamental con capacidad para nueve personas, en el que viajaban otros dos diputados canadienses, para llevar a su familia a Ottawa desde Vancouver.
“Decidimos tomar un vuelo con sólo otras dos personas. Tomamos medidas para asegurar la mínima interacción, mi esposa trajo toallitas desifectantes y evitar hablar de forma humedecida (sic) los unos con los otros”, explicó Scheer.
Las autoridades están reforzando el mensaje de la importancia de mantener la distancia social para evitar más contagios de covid-19 cuando el inicio de la primavera está haciendo que muchos canadienses salgan a la calle para disfrutar de la subida de las temperaturas tras el duro invierno canadiense.
A fecha de hoy, Canadá ha registrado 26 mil 897 casos, mil 217 más que el lunes, y 898 muertes a consecuencia de la pandemia del covid-19.
La semana pasada, las autoridades advirtieron de que, en el mejor escenario, entre 22 mil y 44 mil canadienses podrían morir en los próximos meses a consecuencia de covid-19.
Y Trudeau señaló que las previsiones del gobierno canadiense es que el pico de la infección se alcance en las próximas semanas.