Un tribunal islámico en la ciudad de Kano, en el norte de Nigeria, condenó este lunes a morir en la horca a un músico de 22 años por supuestamente blasfemar contra el profeta Mahoma en una de sus canciones.
Como musulmán, lo que hizo el cantante Yahaya Sharif-Aminu es «contrario a la ley islámica», explicó por teléfono Peter Hassan, activista de la ONG a favor de los derechos humanos Foro de la Sociedad Civil de Kano, quien confirmó a Efe el fallo judicial, que puede ser apelado en un plazo de treinta días.
El fiscal detalló que Sharif-Aminu fue declarado culpable tras «insultar» a un credo religioso con la intención de «herir los sentimientos de los fieles musulmanes», al degradar en varias estrofas al profeta Mahoma, según medios locales.
Desde marzo, el músico permanecía escondido, después de que la difusión a través de WhatsApp de su canción, que no tardó en hacerse viral, desencadenara una manifestación, durante la cual la casa de sus padres fue incendiada por un grupo de jóvenes.
Pese a que las condenas a muerte no son comunes en Nigeria, la sharía (ley islámica) rige en la mayoría de los estados del norte del país -de mayoría musulmana, frente al sur de mayoría cristiana- con condenas que permiten la lapidación hasta la muerte o la amputación por delitos como el robo, la blasfemia y el adulterio.
La ciudad de Kano es la más grande del norte de Nigeria –país de más de 200 millones de habitantes y el más poblado de África- y destaca también como el epicentro comercial de una región con una fuerte tradición islámica.