No necesariamente el resultado de la elección a gobernador de este año  en el estado de México determinará los comicios presidenciales de 2018, pero sin duda influirá de alguna manera.

Este año las elecciones  en  Veracruz renovarán el poder en  los 212 municipios,  mientras que se disputan la gubernatura en Estado de México, Coahuila y Nayarit.

En el estado de México, la entidad con la población más grande del país, se mantiene un empate entre los primeros tres contendientes: PRI, PAN y Morena; además  en dicha entidad y en Coahuila nunca ha gobernador otro partido que no sea el tricolor; mientras que  Nayarit vio la alternancia en 1999 con una alianza entre PAN y PRD, pero en 2005 y hasta la fecha la entidad regresó al priismo.

En el vecino estado contienden Alfredo del Mazo, por la coalición PRI-Verde Ecologista-Nueva Alianza y Encuentro Social; Josefina Vázquez Mota, por el PAN; Juan Zepeda, del PRD; Delfina Gómez, por Morena; Óscar González por el PT, y algunos independientes.

Especialistas en política prevén que la contienda en aquella entidad será muy cerrada, tanto que no es posible calcular cuál será el  resultado, sobre todo por la presencia de la candidata de Morena, quien llega con o suyo, ya que su partido aparece como el que ha obtenido  mayor crecimiento en preferencias electorales en los meses recientes, lo que ubica a Delfina Gómez  en empate técnico con la panista Josefina Vázquez Mota y el priista Alfredo del Mazo.

En los cuatro estados donde el 4 de junio se renovarán gubernaturas y municipios, los partidos políticos llegan a las campañas electorales entre el descrédito y el cruce de acusaciones de corrupción, compra de voto y uso de programas sociales con fines comiciales. También existen denuncias de imposición de candidatos e impugnaciones de procesos internos.

Si bien el partido de Andrés Manuel López Obrador ha registrado crecimiento de simpatizantes, el PRD observó una caída electoral, en medio de la confrontación interna que generó la supuesta imposición de Juan Zepeda como candidato al gobierno mexiquense, la revelación de que la presidenta del partido es propietaria de un lujoso departamento en Miami y la fractura de la bancada en el Senado tras el apoyo que un grupo de legisladores, encabezados por Miguel Barbosa, externaron al presidente de Morena.

Luego de la pérdida de gubernaturas que registró el tricolor en las elecciones del año pasado,  para este 2017 ese instituto político requiere concentrar toda su fuerza en la elección del estado de México por el número de votos que  supone, por ser la cuna del presidente Enrique Peña Nieto y por  la necesidad de revertir el efecto negativo que causaron en ese partido los desfalcos cometidos al erario público de los estados de Chihuahua, con César Duarte; Veracruz, con Javier Duarte y Quintana Roo, con Roberto Borge Angulo: además de que los dos primeros son prófugos de la justicia.

Además, el triunfo de cualquiera de los tres candidatos punteros en el estado de México definirá, ni duda cabe, a los aspirantes a la presidencia de la República en 2018,  porque si triunfa el tricolor Eruviel Ávila tendrá posibilidades de apostar por la candidatura, pero si gana Morena,  Andrés López Obrador estará más cerca de lograr concretar su búsqueda del poder federal, y si gana Josefina Vázquez Mota seguro ese triunfo posicionará a Ricardo Anaya.

La suerte está echada y el 4 de junio se definirá el rumbo para 2018.

 

✉️ georginaobregon433@gmail.com

Twitter: @Georobregon