Al menos seis personas han muerto y cinco resultaron heridas este martes en un ataque talibán a una base policial en la provincia de Paktia, en el sureste de Afganistán, informaron fuentes oficiales.
El ataque comenzó hacia las 05.30 hora local (1.00 GMT) cuando un combatiente suicida detonó un vehículo cargado de explosivos contra la base de la unidad policial de Protección Pública de Gardiz, capital de Paktia.
«En este ataque, tres policías de la unidad atacada fallecieron y otros cinco resultaron heridos», dijo la oficina del gobernador provincial en un comunicado.
Un oficial de seguridad, que pidió el anonimato, precisó a Efe que «dos asaltantes murieron en un contraataque de las fuerzas de seguridad tras un tiroteo de unos diez minutos», elevando el total de insurgentes muertos a tres.
El gobernador de Paktia, Halim Fedai, afirmó en un comunicado que «la situación en la zona ha vuelto a la normalidad y está bajo el control de las fuerzas de seguridad».
«Los enemigos de la paz y la estabilidad no quieren que Afganistán vuelva a la calma, así que están atacando las fuerzas de seguridad», denunció Fedai.
Un portavoz talibán, Zabihullah Mujahid, reivindicó el ataque en un comunicado en el que aseguró que, tras la detonación inicial, varios atacantes suicidas entraron a la base y se enfrentaron a los policías.
«En este ataque, la base del enemigo ha sido destruida y decenas de tropas enemigas han muerto o han sido heridas», dijo Mujahid, quien afirmó que el asalto sigue en marcha.
Los talibanes afirman que los efectivos del cuartel policial llevaban a cabo operaciones contra los insurgentes y escoltaban a militares afganos en zonas inseguras, aunque Kabul mantiene que las fuerzas de seguridad permanecen en posición defensiva desde hace más de un mes.
Esta postura defensiva, que comenzó tras el alto el fuego de tres días del pasado 31 de julio, forma parte de los esfuerzos para reducir la violencia en el país y allanar el camino a las negociaciones de paz intraafganas.
Todavía no hay una fecha concreta para el arranque de las conversaciones entre Kabul y los talibanes en Catar, aunque el presidente del Consejo Superior para la Reconciliación Nacional, Abdullah Abdullah, dijo que comenzarían esta semana.
Sin embargo, el controvertido proceso de intercambio de prisioneros sigue bloqueado después de que el Gobierno afgano anunciase el fin de semana que no reanudará la liberación del último grupo de talibanes presos a menos que los insurgentes liberen a un grupo de oficiales afganos.
Los desencuentros entre el Gobierno y los talibanes en el canje de prisioneros, establecido en el acuerdo entre los insurgentes y Estados Unidos firmado el pasado febrero en Doha, han retrasado durante más de cinco meses el inicio de las conversaciones intraafganas previstas inicialmente para principios de marzo.