El fiscal general de Quintana Roo, Óscar Montes de Oca Rosales, puntualizó que no se ha podido realizar la necropsia al cuerpo de Leo, el niño de 13 años que murió el pasado 28 de marzo en una clínica Quintana Roo, tras haber sido succionado por un sistema de filtrado de agua que carecía de tapa en el parque Xenses, en Xcaret.
En entrevista para Aristegui Noticias, explicó que esta situación se da porque el Ministerio Público pudo no haber explicado bien al cardiólogo Miguel Luna Calvo, padre del menor, el procedimiento para llevarla a cabo.
“Nosotros nos enteramos por una noticia médico legal que nos proporciona el hospital a través del 911. Se trasladan los elementos de la Policía de Investigación, recaban información y, efectivamente, con el antecedente de que el menor de edad había fallecido por sumersión lo trasladan a las oficinas del Centro Médico Forense.
“Inmediatamente después, el padre del menor asiste a las instalaciones, recaban su entrevista y él solicita la dispensa de la necropsia acompañado de algunas peticiones. También algunos funcionarios del estado de Durango que hicieron la solicitud y, posteriormente, el Ministerio Público le informan que era necesario practicar la necropsia en este tipo de eventos delictivos. Sin embargo, la ministerio público le explica el procedimiento y el padre decide otorgar perdón y procede a entregar el cuerpo sin practicarle la necropsia.
“Posteriormente, el expediente sigue en trámite, solicitaron la intervención de varios peritos y ya se quita este malentendido que, supongo, el Ministerio Público no le explicó de manera clara al padre cómo estaba el procedimiento y también entendemos que entre la situación psicológica, natural, obvia, una consecuencia normal tras pasar un evento tan trágico como ese, no se pudo haber comunicado bien lo que el Ministerio Público trató de explicar al padre y suceden estos malentendidos, pero aclaro, la carpeta de investigación continúa abierta”, relató.
Montes de Oca Rosales manifestó que ya se puso en contacto con el padre de Leo y que la próxima semana se reunirán para perfeccionar la carpeta de investigación, siendo esta la oportunidad de ejercer acción penal en contra de quien o quienes resulten participantes en este evento, ya sea por comisión u omisión.
También explicó que la necropsia se podría realizar a través de otra revisión médica al cuerpo apoyados del expediente clínico y demás información que se pueda recabar acerca de este suceso.
Leonardo Luna Guerrero, originario de Durango, estaba de vacaciones con su familia luego de haber superado el covid-19 y como un regalo “por su valentía”, indicó su padre en Twitter, el cardiólogo Miguel Luna Calvo.
El accidente ocurrió el sábado 27 de marzo en la atracción Río Salado del parque propiedad de Grupo Xcaret, de acuerdo con lo dicho por sus familiares en las redes sociales. El sistema de filtrado succionó la pierna del niño, lo que lo mantuvo bajo el agua. Su padre lo ayudó a salir y fue trasladado con vida a una clínica, donde falleció horas después.
De momento, subrayó, el caso se investiga como homicidio culposo; no obstante, indicó que esto puede reclasificarse durante el curso de la indagatoria.