El Banco de México (Banxico) elevó este martes al 6.2 por ciento desde el 6% previo su pronóstico de crecimiento económico para 2021, en su escenario central.

No obstante, redujo a 6,7 % su escenario de incremento del producto interno bruto (PIB) más optimista, cuando antes esta estimación era del 7 %.

«Dada la incertidumbre que persiste alrededor de la dinámica prevista para la actividad económica, se considera que el crecimiento podría ubicarse entre 5,7 % y 6,7 % en 2021 y entre 2,0 % y 4,0 % en 2022», expuso el banco central en su «Informe trimestral abril-junio 2021».

El organismo autónomo justificó su ajuste «principalmente, por un crecimiento mayor al anticipado durante el segundo trimestre del año», que registró un aumento interanual del PIB del 19,6 %, según confirmó la semana pasada el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

También destacó «el avance en el proceso de vacunación y un contexto de mayor movilidad y apertura de diversas actividades», por lo que «se mantiene la expectativa de que la reactivación gradual de la actividad económica continúe en el segundo semestre del año y en 2022».

«No obstante, considerando la persistencia de algunas disrupciones en las cadenas globales de suministro y el reciente aumento en el número de contagios de covid-19, se mantiene una elevada incertidumbre sobre el ritmo de recuperación», advirtió.

Además de 3,3 millones de casos y 258.000 muertes, la cuarta cifra más grande del mundo, la pandemia de covid-19 provocó una caída histórica del 8,2 % PIB en 2020.

El pronóstico de Banxico es cercano al oficial de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que espera un repunte superior al 6 % anclado al comercio exterior por el nuevo Tratado de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

El banco central también elevó su pronóstico de creación de empleos formales a un rango de 640.000 a 840.000 nuevos puestos registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), frente a una proyección anterior de 370.000 a 570.000.

En contraste, el organismo autónomo empeoró su previsión de la inflación general, que cerraría el año en un 5,7 %, casi el doble de la meta oficial.

Esto es un incremento de casi 1 punto porcentual frente al pronóstico previo, que era de 4,8 %.

En tanto, para la inflación subyacente, Banxico subió su previsión al 5 % desde un 3,9 % anterior.

«La pandemia ha implicado un entorno incierto y complicado para la inflación. Durante 2020, los choques registrados presionaron a la inflación en distintas direcciones, contrarrestándose entre sí. En 2021, se ha observado que algunas de las presiones al alza se han acentuado», apuntó.

Como riesgos a la baja, Banxico enunció un «mayor recrudecimiento de la pandemia», que se intensifiquen los «cuellos de botella» en las cadenas de suministro», episodios adicionales de volatilidad y que la recuperación de la inversión sea menor a la esperada.

Mientras que al alza, resaltó la posibilidad que la «pandemia se disipe con mayor rapidez», que los estímulos «apoyen la confianza» de consumidores e inversionistas, una mayor demanda externa dentro del T-MEC y «condiciones financieras globales propicias».