Gabriela Cano, quien increpara a la cónsul de México en Turquía, Isabel Arvide, luego de que gritara «¡Viva López Obrador!» durante la ceremonia del Grito de Independencia en Estambul, se pronunció este viernes luego de recibir amenazas de muerte.
En un video publicado en YouTube, la mujer explicó su molestia por la arenga lanzada por la experiodista durante la ceremonia del 16 de septiembre.
Aclaró que, pese a respetar al presidente López Obrador y desear que concluya su sexenio de la mejor forma, «él no va junto con los héroes de Independencia».
Su enojo, dijo, surgió por el significado que para ella tiene una ceremonia de este tipo cuando se vive en el extranjero, razón por la que no pudo dejar pasar que la diplomática violara el protocolo al colocar el nombre del mandatario antes del «¡Viva México!».
Aclaró que, pese a respetar al presidente López Obrador y desear que concluya su sexenio de la mejor forma, «él no va junto con los héroes de Independencia».
Su enojo, dijo, surgió por el significado que para ella tiene una ceremonia de este tipo cuando se vive en el extranjero, razón por la que no pudo dejar pasar que la diplomática violara el protocolo al colocar el nombre del mandatario antes del «¡Viva México!».
Denunció que luego del inicidente, Arvide publicó un par de mensajes en Twitter en los que, además de revelar su nombre, y con ello violar el derecho a la protección de datos personales, también la acusó de estar borracha.
La exhibición de su nombre, dijo, la colocó en una posición vulnerable y blanco de ataques, que la han llevado a recibir amenazas de muerte.
«Situación lamentable, porque la función del Consulado y de una Embajada es proveer de apoyo, servicio y protección a los mexicanos que radicados en el área».
También fue acusada de ser la persona detrás de la filtración de audios en los que se escucha a la cónsul agredir verbalmente a empleados de la diplomacia, situación que, según indicó Gabriela Cano, es falsa.
Por esto, la mujer pidió que Arvide muestre pruebas de sus dichos y aseveraciones, porque, «de no hacerlo, está incurriendo en el delito de difamación. Delito por el cual, en 1997, fue demandada por la actriz Sasha Montenegro, demandas que perdió al ser calificadas por un juez como calumnias y difamación».