Ciudad de México, 20 oct (EFE).- Cientos de personas celebraron este miércoles el regreso de las peregrinaciones a la Basílica de Guadalupe de la Ciudad de México después de las restricciones por la covid-19 a ritmo de cumbia, salsa y otros ritmos latinos.
«Venimos a darle las gracias a la virgen que nos permite estar este año aquí», dijo a Efe uno de los participantes en la capital.
Cada año, los sonideros —un fenómeno social originario de Ciudad de México donde un DJ pone música y anima a los asistentes—, caminan sobre la Calzada de Guadalupe, que va desde el centro de la capital hasta la basílica, en el norte de la ciudad.
Debido a la pandemia, no fue posible el año pasado que honraran a la Virgen —aunque hubo pequeñas celebraciones—, por lo que esta vez la emoción de los asistentes fue especial.
«Hace un año fue un poco más particular y pequeña, hubo algo porque dejar de ver a la Virgen de Guadalupe es imposible, pero en este año se levantó el programa de contingencia y gracias a Dios podemos volver a reunirnos, y aquí estamos», dijo el participante, de nombre Alberto, quien junto con otros amigos y familiares tienen el sonidero llamado Sonido Gitana.
Los sonideros celebran el pistoletazo de salida de las peregrinaciones que festejan a la Virgen de Guadalupe, que culminan el 12 de diciembre, en lo que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, calificó el año pasado como «la celebración más importante» del país.
«Cada año es un placer venir a verla, a darle las gracias porque los que estamos vivos podemos continuar con este legado, pero aquí lo importante es que venimos de corazón», relató Alberto.
Además, dijo, acuden cada año cueste lo que cueste y vengan de donde vengan.
Muchos llegaron este miércoles de zonas alejadas de la capital. Sonido Gitana desde Iztapalapa, una de las alcaldías más grandes y populares de la capital, ubicada en el suroriente.
«Venimos a ver a la Virgen de Guadalupe y no importa lo que pase, aunque tengamos compromisos, es darnos un momento para venir a darle las gracias», dijo el hombre, quien recordó que este año dedican la peregrinación a los amigos que se fueron debido a la pandemia de la covid-19, que suma ya en México más de 284.000 fallecidos, la cuarta cifra más alta del mundo en números absolutos.
En los sonideros se reproducen canciones de muchos géneros tropicales que tocan varias temáticas, pero para muchos, los que llevan más de 20 años, la devoción a la Virgen es lo más importante.
Y este ecléctico fenómeno continúa teniendo adeptos jóvenes. En la procesión, niños de entre 5 y 10 años llevaron camisetas del sonidero de su familia.
«Quizás uno esté triste, pero en un evento damos alegría a la gente y muchos jóvenes entienden eso: escuchan la música, ven que a mucha gente le gusta bailar y se contagian. Hay hasta niños que ya están moviendo sus pies», compartió Alberto emocionado.
Sonido Gitana portaba en este particular desfile una colorida figura de la Virgen, como es habitual ver en esta ruta desde ahora hasta diciembre.
Pero en su caso, la Guadalupe se encontraba rodeada de altavoces y frente a una mesa de mezclas, todo de miniatura. Un especial homenaje a este fenómeno propio de la Ciudad de México.