Decenas de personas se reunieron hoy para expresar con velas y mensajes de solidaridad su pesar por la muerte del pequeño Rayan, que fue recuperado sin vida el pasado día 5 tras permanecer cinco días en el fondo de un pozo de 32 metros de profundidad en el norte de Marruecos.

Los participantes en la sentada se congregaron en la plaza de Mahaj en el acomodado barrio Riad de Rabat donde encendieron velas, colocaron las fotos del pequeño y pusieron un enorme cartel blanco donde los asistentes escribían sus mensajes de solidaridad, al tiempo que agradecieron los esfuerzos del equipo de rescate.

«No te vamos a olvidar», «Te queremos» y «todos somos Rayan» fueron algunos de los mensajes escritos en árabe, inglés y francés por los participantes que posteriormente guardaron un minuto de silencio en recuerdo del niño Rayan Aourram.

Rayan, quien fue enterrado ayer, lunes, en su pueblo Ighran, fue hallado sin vida el sábado tras una laboriosa operación de rescate que durante cuatro días excavó en vertical el terreno adyacente al pozo hasta los 32 metros de profundidad, tras lo que se horadó un túnel horizontal de cinco metros para llegar al pequeño.

El caso de Rayan ha despertado una profunda emoción y tristeza en Marruecos que se mantuvo en vilo durante todas las etapas de los esfuerzos desplegados para su rescate.

Y desde que el sábado noche se conociera la noticia, políticos como el presidente francés, Emmanuel Macron, embajadas y diplomáticos en Rabat de numerosos países y de la UE, así como el papa Francisco, se han solidarizado con la familia de Rayan y el pueblo marroquí.

El entierro

Rayan Aourram fue enterrado el lunes en un cementerio cercano a su aldea mientras siguen los gestos de apoyo a Marruecos tras esta tragedia.

Según informó la agencia oficial MAP, el entierro del pequeño se produjo en el cementerio de Zaouia de la aldea de Daroutane, próxima a la aldea de Ighran, donde vivía Rayan, en presencia de la familia del pequeño y de decenas de habitantes de la zona y de colectividades vecinas.

La inhumación de Rayan se produjo cuando el pueblo marroquí sigue recibiendo mensajes de apoyo de diversos países, instituciones y personalidades, en un suceso que mantuvo al país en vilo durante los casi cinco días que el niño permaneció en el pozo.

Tras ser rescatado, su cuerpo sin vida fue trasladado a Rabat junto a sus padres, que volvieron a su tierra para dar sepultura al pequeño, rodeados de sus familiares y vecinos.