Casi cinco meses después de ganar las elecciones adelantadas en Serbia, la actual primera ministra, Ana Brnabic, del Partido Progresista Serbio (SNS), recibió este domingo el encargo para formar un nuevo ejecutivo.

El presidente serbio, Aleksandar Vucic, explicó hoy en una rueda de prensa en Belgrado que Brnabic, una de sus colaboradoras más cercanas, que ocupa el cargo desde 2017, ejercerá el puesto posiblemente solo hasta 2024, cuando se turnará con otra persona.

«Es importante que ella se quede en el cargo para que trabajemos de forma acelerada en la solución de los problemas que nos esperan en otoño e invierno», señaló el presidente, en referencia a la crisis energética en Europa.

Vucic indicó que espera la formación de un nuevo gobierno en unas tres semanas y señaló que habrá grandes cambios con respecto a la actual composición.

Además, habló de compromisos necesarios «para traer mucha energía, trabajar hasta el año 2026 con los ministros dispuestos a trabajar con dedicación».

Vucic adelantó que en el ejecutivo permanecerá el actual ministro de Finanzas, Sinisa Mali, al que calificó como «uno de los mejores de Europa».

Además, formará parte del Gobierno el líder del partido socialista SPS, Ivica Dacic, hasta ahora presidente del Parlamento, quien coordinará los cuerpos de seguridad del país balcánico, que negocia con Bruselas su entrada en la UE.

El presidente, fundador y presidente del SNS, arremetió hoy contra la oposición, en primer lugar la extrema derecha, de la que dijo que «destruiría el país en poco tiempo», y también a los que calificó como de extrema izquierda y liberales «que destruirían todo lo que es nacional».

La oposición serbia acusa a Vucic, un exministro del antiguo presidente autoritario Slobodan Milosevic, de tendencias autoritarias.

Según el presidente, los mayores problemas que esperan al país son la situación energética, así como la actual crisis con Kosovo, una antigua provincia serbia que se proclamó independiente en 2008 y con la que tiene frecuentes tensiones.

El SNS, que gobierna desde 2012, tiene 104 diputados en el Parlamento y junto a su socio, el SPS (23), tiene una estrecha mayoría de 127 entre los 250 parlamentarios.

Los analistas locales estiman que los diputados de las minorías nacionales y otros partidos pequeños acabarán apoyando al ejecutivo de Brnabic.

La oposición ha vuelto al Parlamento después de dos años, tras boicotear las elecciones de 2020.