Piedras volcánicas extraídas de las faldas del volcán Popocatépetl se han convertido por generaciones en la pieza más importante para artesanos del municipio de San Nicolás de los Ranchos, perteneciente al central estado mexicano de Puebla, ya que con ella hacen utensilios para preparar o servir la comida, esculturas y artículos decorativos.
La piedra debe tener una textura especial que ayude a darle diversas formas. Lo más tradicional es la creación del molcajete (artículo prehispánico que sirve para preparar alimentos básicos de la comida mexicana) y el metate (piedra que sirve para moler maíz y otros granos de manera manual).
En la actualidad este arte ha evolucionado a que la piedra sea trabajada con mayor imaginación y se han creado artículos de uso diario como platos, servilleteros, portarretratos, para poner los inciensos, imágenes religiosas, macetas, entre otros que surgen de la imaginación de los artesanos para darle forma a las rocas.
Los hombres de la familia Apantenco originaria de San Nicolás de los Ranchos han mantenido viva esta actividad por cuatro generaciones, debido a que es su trabajo y la manera de obtener recursos que les ayudan a solventar los gastos de casa y personales.
Marcelo Apantenco, artesano de piedra volcánica, compartió con Efe que ha elaborado artículos desde que tenía seis años cuando su padre y su abuelo le enseñaron a esculpir la piedra.
Recuerda con una sonrisa cómo una pieza pequeña como lo es el tejolote o piedra que se utiliza para moler alimentos en el molcajete era tan difícil de crear, ya que se tenía que ir golpeando con un martillo hasta darle la forma pero lo difícil era no pegarle a sus dedos, que terminaban sangrando o hinchados de tantos golpes.
Relata que desde hace 50 años acuden a las faldas del volcán Popocatépetl a recolectar las piedras que utilizarán, siendo esta la parte más complicada para ellos, debido a que no cuentan con un transporte y tienen que trasladarlas a su casa en burro o caballo.
Una vez que tienen la piedra, el patio de su casa se convierte en taller artesanal donde pasan más de ocho horas trabajando para cumplir con sus pedidos o hacer piezas que saldrán a vender puerta a puerta o en mercados de diferentes municipios.
“La piedra que trabajamos aquí en el pueblo es piedra volcánica del Popocatépetl, que es la mejor porqué es dura, debido a que las piedras de esta zona ayuda a tener mejores resultados, la piedra que esté sensible, más suave o blandita es la que llamamos porosa y esa no sirve, aquí hacemos el metate, molcajete, meclapil (piedra del Metate), todo lo que se llama el arte de piedra lo sé hacer”.
CÓMO SE ELABORAN LAS PIEZAS DE PIEDRA
José Alberto Apantenco, artesano de piedra desde los nueve años, se dedica al arte de piedra con la finalidad de mantener viva esta actividad y seguir los pasos de su padre.
Relató que el proceso es largo debido a que se mantienen la tradición de crear las piezas a mano.
Para él, el primer paso que es el más complicado, es extraer las piedras y trasladarlas, estas son sacadas de la tierra con dos barretas (unos palos largos que ayudan a desenterrar algunas piedras), para posteriormente llevarlas a caballo o burro hasta su vivienda.
Posteriormente, se elige la piedra en bruto que servirá para la pieza a realizar, después, con el diseño en mente se mide y da trazo con un color con medidas específicas, para comenzar a golpear la piedra hasta lograr la escultura.
Estas piezas pueden realizarse en un día o dos, así como otras pueden tardar meses por la complejidad que tiene el diseño o la forma.