Los 14 migrantes cuyos cuerpos fueron localizados en las aguas de un río en el estado Nuevo León, norte de México, murieron de asfixia por sumersión, informó la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJNL).
De acuerdo con las autopsias practicadas por un perito médico forense adscrito al Servicio Médico Forense (Semefo) de la Fiscalía «los cadáveres no presentaban huellas de violencia».
Dentro de las investigaciones también se analizó el vehículo con placas de circulación del estado de Nuevo León y se determinó que no existe la presencia de impactos de proyectil de arma de fuego en la unidad.
Además se estableció que dio negativo a la presencia de golpes por colisión y no presentaba denuncia de robo.
El hallazgo de los 14 cuerpos se llevó a cabo el martes cuando se informó de que un vehículo volcó y se precipito en un río en la comunidad de Pesquerías.
Las autoridades también compartieron que los cuerpos de cuatro hombres y una mujer portaban entre sus ropas identificaciones o pasaportes de Guatemala.
Entre las víctimas también se halló un menor de unos 15 años y de 1,65 metros de estatura.
La organización Fundación para la justicia, informó en un comunicado de que los «accidentes viales» en los que fallecen personas migrantes, una población que ante la falta de documentos y protección recurre a rutas cada vez más peligrosas o a traficantes, son trasladados sin condiciones de seguridad.
Señalaron que el más reciente tuvo lugar en Pesquerías, Nuevo León, en el que 14 personas fallecieron, al menos, 5 de ellas eran migrantes de origen guatemalteco.
«Estos ‘accidentes’ no pueden llamarse así, cuando sabemos que detrás de ellos hay negligencia y políticas migratorias que orillan a las personas migrantes a trasladarse por rutas inseguras y recurriendo a traficantes que los exponen a la muerte en vehículos en malas condiciones«, señaló la ONG.
La región vive un flujo migratorio récord con 2,76 millones de indocumentados detenidos en la frontera de Estados Unidos con México en el año fiscal 2022.
La migración ha ido en aumento en México desde octubre de 2018, cuando caravanas con miles de migrantes, en su mayoría centroamericanos, comenzaron a entrar con el objetivo de cruzar el país para llegar a Estados Unidos.
Este arribo de migrantes se ha mantenido en los últimos años a pesar de la pandemia y de las restricciones impuestas por Estados Unidos y países de la región.