Las regiones del mundo que están más expuestas a los devastadores efectos de las olas de calor y menos preparadas para afrontarlas son Afganistán, Papúa Nueva Guinea y América Central, según un estudio de la Universidad de Bristol.
La investigación, cuyas conclusiones se han publicado este martes en la revista Nature Communications, advierte de que los episodios de calor extremo sin precedentes, sumados a la vulnerabilidad socioeconómica, pondrán en mayor peligro a esta regiones.
El estudio explica que la mayoría de países no suele implantar medidas para combatir los efectos de las olas de calor hasta que no se ven afectadas por uno de estos eventos extremos, lo que los hace más susceptibles en el futuro.
Sin embargo, las altas probabilidades de que se registren temperaturas récord, el aumento de la población y la escasez de servicios sanitarios y energéticos elevan los riesgos en estas áreas, advierte el informe.
El estudio también incluye una lista de ‘puntos calientes’ como Pekín y los países de Europa central, regiones muy pobladas en las que millones de personas se verían perjudicadas ante episodios de este tipo.
A la luz de estos resultados, los investigadores piden a los responsables políticos de estas regiones que desarrollen planes de acción para reducir el riesgo de muertes y los daños asociados a los fenómenos climáticos extremos.
«Como las olas de calor son cada vez más frecuentes, tenemos que estar mejor preparados. Algunas de estas regiones tienen poblaciones en rápido crecimiento, otras son países en vías de desarrollo y otras ya son muy calurosas. Tenemos que preguntarnos si los planes de acción contra el calor para estas zonas son suficientes», advierte la autora principal, Vikki Thompson, climatóloga del Instituto Cabot de Medio Ambiente de la Universidad de Bristol.
Para hacer el estudio, el equipo utilizó estadísticas de valores extremos -un método para estimar los periodos de retorno de fenómenos poco frecuentes- y grandes conjuntos de datos procedentes de modelos climáticos y observaciones para señalar las regiones del mundo donde es más probable que se batan pronto los récords de temperatura y que corren más peligro de sufrir calor extremo.
El estudio también advierte de que los eventos extremos ‘estadísticamente inverosímiles’ -cuando los récords actuales se rompen por márgenes que parecían imposibles-, podrían ocurrir en cualquier lugar.
Estos fenómenos, de hecho, ya se han producido en casi un tercio (31%) de las regiones evaluadas entre 1959 y 2021, como la ola de calor de 2021 en el oeste de Norteamérica.
«Estar preparado salva vidas. Hemos visto cómo algunas de las olas de calor más inesperadas del mundo provocaban decenas de miles de muertes relacionadas con el calor», recuerda Dann Mitchell, coautor del estudio y catedrático de Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Bristol.
«En este estudio demostramos que estos fenómenos que baten récords pueden ocurrir en cualquier parte. Los gobiernos de todo el mundo deben estar preparados», avisa.
El cambio climático inducido por el hombre está provocando un aumento de la frecuencia, intensidad y duración de las olas de calor, que pueden causar miles de muertes más en todo el mundo.
Mejorar nuestra comprensión de dónde la sociedad puede no estar preparada para los extremos climáticos puede ayudar a priorizar la mitigación en las regiones más vulnerables, concluye el informe.