El alunizaje de la misión espacial Chandrayaan-3 en el polo sur de la Luna es un éxito sin precedentes que, además de vencer un importante reto tecnológico, abre la puerta a la posibilidad de explorar el agua que se escondería en forma de hielo en esa región, señalan expertos.
Chandrayaan-3 aterrizó sobre la superficie lunar pasadas las 12:30 horas GMT, tras una compleja maniobra de descenso sobre una zona nunca antes explorada. La India se convierte en el cuarto país en lograr alunizar en el satélite terrestre, un hito únicamente logrado por Estados Unidos, Rusia, y China.
La llegada al polo sur no solo es «un éxito sin precedente en la historia de la exploración espacial», sino que «abre la veda» a esa región y, por lo tanto, «a la posible exploración del agua que se esconde en el fondo de sus cráteres», para lo que «probablemente sean «Estados Unidos y China los que tomen la iniciativa».
Así lo indica, el astrobiólogo Carlos Briones, quien recuerda que tras el fracaso de Chandrayaan-2 que se estrelló en 2019, la India puede estar «tremendamente orgullosa» de todo el personal que ha trabajado en esta nueva misión.
«Eso nos habla de la tenacidad de los países por usar la ciencia y la tecnología como motor de su desarrollo económico y es algo que todos tenemos que copiar y de lo que todos, como humanidad, nos tenemos que sentir muy orgullosos», agrega el investigador del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA).
Para el director general del Observatorio Europeo Austral (ESO), Xavier Barcons, también se trata de un acontecimiento importante. «Llegar a la Luna no es una trivialidad y aterrizar menos. Pero en el polo sur es un hito sin precedentes», dice.
El hecho de que se haya logrado en este lado del satélite terrestre, nunca antes explorado, «es de momento un importante reto tecnológico que se ha vencido», dice el científico español, al frente del ESO desde 2017.