En menos de 24 horas, ocho personas fueron asesinadas en Acapulco, Guerrero, con seis de las víctimas desmembradas, lo que refleja una escalada de violencia en la ciudad.

La primera tragedia ocurrió el lunes 17 de junio a medianoche en la colonia Fidel Velázquez, donde los cuerpos desmembrados de cuatro hombres fueron hallados en la batea de una camioneta cerca del bulevar Lázaro Cárdenas. La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que recibieron un aviso sobre una camioneta con varias bolsas negras en la misma ubicación.

El martes 18 de junio, al mediodía, otro cuerpo desmembrado fue encontrado en la carretera Las Plazuelas-San Isidro el Gallinero, en la zona suburbana de Acapulco. En el lugar, había cartulinas verdes con mensajes atribuidos al Cártel Jalisco Nueva Generación, dirigidos al grupo criminal Los Rusos, que controla gran parte de Acapulco y sus alrededores.

Más tarde ese mismo día, la cabeza de un hombre fue encontrada sobre una hielera abandonada en la avenida Diego Hurtado de Mendoza, cerca del Mercado Central. En el barrio de La Guinea, cerca del centro de Acapulco, varios individuos armados persiguieron y dispararon a dos hombres, uno de los cuales murió en el lugar mientras que el otro fue trasladado al Hospital General.

Además, en el canal pluvial de la colonia Miguel Hidalgo, se halló el cadáver de un hombre con varios impactos de bala. Según los vecinos, la víctima fue perseguida y asesinada a quemarropa.

Desde noviembre de 2023, tras el huracán Otis, el gobierno federal ha enviado más de 10 mil agentes de la Guardia Nacional (GN) para reforzar la seguridad en Acapulco. A pesar de esto, la ciudad sigue siendo una de las más peligrosas de México, con altos índices de homicidios, extorsiones y asaltos a mano armada.

La presidenta municipal Abelina López Rodríguez, recientemente reelecta, ha prometido combatir la inseguridad, repitiendo las promesas de su campaña anterior de hace tres años.