‘Desviaciones’, el primer festival de artes escénicas y disidencia sexual en Chile, conmemora a partir de este jueves los 25 años de la despenalización de la homosexualidad a través de nueve producciones artísticas, con imaginarios que transgreden, desvían y fisuran unos paradigmas patriarcales “excesivamente masculinizados”.
“El mensaje o la reflexión que aborda el festival es que, en el contexto de los 25 años de la despenalización de la homosexualidad en Chile, sin memoria no hay orgullo y sin orgullo crítico no hay justicia social”, explicó a EFE su director, Ernesto Orellana, durante la inauguración, en vísperas de la marcha del Orgullo este sábado.
El festival resignifica insultos naturalizados por la hegemonía heterosexual a lo largo del tiempo, como “desviado” o “invertido”, entre otros, relacionándolos con el concepto que da nombre al evento, y es que la historia “no se escribe en línea recta”.
“Los activistas de las disidencias sexuales hemos decidido resignificar estos conceptos, porque no nos interesa formar parte de un modelo cultural normativo que no valora la diferencia, y que además la excluye”, argumentó el director sobre la problemática que lo inspiró a plasmar estos discursos sobre el escenario, a través de disciplinas como el teatro, la danza o la performance.
Las producciones que presenta el festival revisan varios ejes que atraviesan las disidencias sexuales, como la desigualdad de género en la cultura, la memoria en la trayectoria histórica del movimiento homosexual en Chile, la denuncia por crímenes de odio o la visibilizaciación de identidades que transgreden los modelos binarios del género.
“El tejido entre las diferentes producciones es un espacio de reivindicación de la memoria, la política y la justicia sexual, que además genera recuerdos en torno a casos emblemáticos, denunciando las dificultades que han vivido las víctimas de crímenes de odio, sus familiares y amigos”, enfatizó el director.
Desde obras teatrales hasta conversatorios con activistas que tendrán lugar del 28 de junio hasta el 13 de julio, Desviaciones circulará entre seis comunas de la Región Metropolitana: La Pintana, Lo Prado, Pedro Aguirre Cerda, Maipú, Cerro Navia y Santiago.
“En Chile se habla mucho de descentralización cultural a partir de las regiones, pero poco se habla de la descentralización en la Región Metropolitana. Siguiendo con nuestra perspectiva crítica, estas son obras de gran calidad artística que van a las comunas periféricas, porque nosotros sí creemos que esto pueda pasar”, concluyó Orellana.
“Los montajes siguen un hilo conductor y confluyen igual que un cordón montañoso, igual que la cordillera chilena, pero sobre nuestra historia, nuestra memoria y nuestra cicatrices”, dijo a EFE Lola Quezada, activista trans y actriz protagonista de dos de las producciones que presenta el festival, ‘Yeguas Sueltas’ y ‘Colicidio’, además de ser una de las integrantes de la performance ‘Artículo 373’.
Para Quezada, ‘Desviaciones’ es una herramienta para el cambio social en la defensa de los derechos del colectivo LGTBIQ+, porque cuenta con un repertorio que sostiene “tramas reales e inspiradoras, con personajes protagónicos trans, acercándonos a la gente y contando la cruda realidad de sus experiencias, pero también su cotidianeidad, porque nosotras también nos enamoramos, nos enfadamos y lloramos”.
Orellana y la actriz coinciden en que el festival puede ayudar a muchas personas, especialmente en las áreas periféricas, y esperan que esta no sea su última edición, sino que se extienda a otras regiones e incluso países de América Latina.
Entre 1875 y 1999, el artículo 365 del Código Penal en Chile establecía penas de entre 541 días y 3 años de cárcel a las personas mayores de edad que tuviesen relaciones sexuales consentidas con personas del mismo sexo, una norma que se abrogó y que ‘Desviaciones’ rememora y celebra 25 años después de la despenalización de la homosexualidad.