En una sesión reciente de la Comisión Permanente, se desató una confrontación intensa entre legisladores de Morena y del PAN debido a comentarios y descalificaciones mutuas sobre la representación legislativa y la reforma al Poder Judicial.

El diputado Benjamín Robles de Morena provocó la polémica al afirmar que la mayoría de la Cuarta Transformación aprobará la reforma al Poder Judicial en septiembre, desafiando a la oposición con la sugerencia de que «se soben» si les duele. Esta declaración, acompañada por la recomendación de «ponerse pomada», fue interpretada como un menosprecio hacia quienes no apoyan la agenda de su partido.

En respuesta, la diputada del PAN, Martha Romo, criticó severamente el tono y la falta de respeto implícitos en los comentarios de Robles. Utilizando la palabra «naco» para describir las expresiones del legislador de Morena, Romo expresó indignación por lo que consideró una burla hacia los millones de ciudadanos que votaron en contra de las políticas del gobierno actual.

El intercambio de acusaciones no se detuvo ahí. El diputado Gerardo Fernández Noroña de Morena intervino acusando a la oposición de tener «memoria selectiva» y reafirmando que la reforma al Poder Judicial seguirá adelante con el respaldo del pueblo mexicano. Esta postura incendiaria exacerbó aún más las tensiones en el Pleno.

La reacción de los legisladores no se limitó al intercambio verbal en la sesión. Kenia López Rabadán, senadora del PAN, lamentó lo que describió como una falta de honorabilidad por parte de los representantes de Morena, refiriéndose a los comentarios de Robles como muestra de la incapacidad para mantener un debate respetuoso y constructivo.

Por otro lado, la senadora del PRI, Beatriz Paredes, intervino llamando a la reflexión sobre el uso de epítetos y adjetivos descalificativos en el debate político, sugiriendo que las acusaciones mutuas solo contribuyen a polarizar aún más el ambiente político en el país.

Este incidente pone de relieve las profundas divisiones ideológicas y políticas que marcan el panorama legislativo en México. Más allá de las diferencias sobre políticas específicas como la reforma judicial, la confrontación revela una creciente polarización y una retórica cada vez más inflamada entre los partidos representados en el Congreso.

La tensión entre Morena y el PAN en el Congreso mexicano refleja un escenario político complejo y desafiante, donde la confrontación verbal y las descalificaciones son moneda corriente. La necesidad de un diálogo respetuoso y constructivo entre los diferentes actores políticos se hace cada vez más urgente para avanzar hacia soluciones que beneficien a todos los ciudadanos mexicanos y fortalezcan las instituciones democráticas del país.