La inseguridad es un velo que cubre los ojos de sociedad y autoridades.

Paraliza la actividad empresarial. Genera miedo entre los ciudadanos. Detiene la movilidad social.

Varios hechos conmocionaron a la opinión pública los últimos días.

El peor, más ruin y atroz, sucedió este martes, cuando un grupo de delincuentes mataron a un menor y abusaron sexualmente de su hermana y madre, mientras la familia se detuvo unos momentos en la autopista México-Puebla, muy cerca de San Martín Texmelucan.
La nota de mi compañera Charo Murillo revela la asombrosa crueldad de los asaltantes.

“La madrugada del martes, poco después de las 02:30 horas, la familia llegó caminando a la caseta de cobro para pedir ayuda debido a que el menor de 2 años de edad presentaba un impacto de bala, ya que unos kilómetros atrás habían sido asaltados”, narra la nota.
“Paramédicos confirmaron que el menor carecía de signos vitales, por lo que dieron aviso a personal del Ministerio Público para realizar las diligencias correspondientes e iniciar la investigación.

Lo anterior, debido a que tanto la hermana como la madre del occiso fueron agredidas sexualmente por los delincuentes que los interceptaron cuando estaban estacionados a la altura de Santa María Moyotzingo.

De acuerdo con los primeros datos el padre detuvo su marcha para miccionar cuando llegaron ocho sujetos en dos camionetas para despojarlos de sus pertenencias y una Ford Rangel de color blanco, así que lo golpearon, dispararon al menor y abusaron de las dos mujeres.”

Fue hasta que los agresores se dieron a la fuga cuando la familia pudo pedir ayuda, cuenta Charo.

Este acto es reprobable y toda la sociedad exige justicia.

Pero debemos exigir además que se prevengan estos actos criminales.

La situación que priva en varios municipios del estado es insostenible.

La capacidad de las policías municipales sin duda alguna es insuficiente, pero en la autopista México-Puebla la obligación de garantizar la seguridad es de la Policía Federal, razón por la cual queda muy mal parada la vigilancia de dicha instancia.

La semana pasada también se presentó otro hecho delictivo grave. En un asalto a la unidad 7 de la Ruta 27 A de transporte público los criminales dieron muerte al colega comunicador Erik Bolio López.

El empresario Leobardo Espinoza, director de México, Prioridad, ha fustigado con la mayor ira el homicidio del joven productor, recién egresado de la Escuela de Comunicación y Ciencias Humanas.

Grave, gravísimo este acto que se suma a un cúmulo de crímenes sin resolver.

Urge, pues, detener esta ola de asaltos que preocupa, y como dije al inicio, nos paraliza.

Gracias y nos leemos en Twitter en @erickbecerra1