En un histórico avance hacia la igualdad de género, Brasil permitirá que las mujeres accedan al servicio militar, marcando un hito significativo en el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva. El decreto, firmado por el mandatario y publicado este miércoles en el Diario Oficial, refleja el creciente clamor por igualdad de derechos en el país y el reconocimiento del potencial de las mujeres en todos los ámbitos.
Durante la ceremonia de conmemoración de los 25 años del Ministerio de Defensa en Brasilia, Lula da Silva subrayó el impacto transformador de la medida. “El lugar de la mujer es donde ella quiere”, afirmó el presidente, destacando que “mientras más diversa sea una situación, más representativa será”.
El nuevo decreto establece que, a partir del próximo año, las mujeres brasileñas mayores de 18 años podrán alistarse de manera voluntaria en el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. Esta decisión contrasta con la normativa actual que solo permite a las mujeres ingresar a las Fuerzas Armadas a través de cursos de formación para oficiales y suboficiales.
El decreto detalla que inicialmente se abrirán 1.500 cupos para el servicio militar femenino. Las aspirantes deberán cumplir con los requisitos de salud establecidos y pasar por varias etapas del proceso de selección. Las elegidas serán asignadas según las necesidades de las Fuerzas Armadas, y el período de servicio inicial será de 12 meses, con la posibilidad de ampliarse hasta ocho años según las necesidades de la institución.
A diferencia de los hombres, que deben cumplir con el servicio militar obligatorio, las mujeres podrán optar por el alistamiento de forma voluntaria. Sin embargo, al igual que sus homólogos masculinos, no gozarán de estabilidad en el servicio y pasarán a la reserva no remunerada una vez concluido su período activo.
Actualmente, las mujeres representan aproximadamente el 10% del personal en las Fuerzas Armadas brasileñas, desempeñando roles en áreas como salud, docencia, logística y combate en rangos de suboficiales u oficiales. Esta nueva normativa abre oportunidades para aumentar significativamente la participación femenina en las fuerzas militares del país.
El gobierno brasileño, bajo el liderazgo de Lula da Silva, continúa avanzando en su compromiso con la equidad de género, demostrando que el lugar de la mujer es en cualquier campo que elija, incluyendo el servicio militar.