La democracia estadounidense experimentó un «periodo de contracción» de 2017 a 2021, coincidiendo con el mandato del republicano Donald Trump y, aunque ha experimentado mejoras, ciertos indicadores siguen más débiles que en 2015, según lo indica un informe de la ONG IDEA Internacional.
Esa organización intergubernamental de apoyo a la democracia en todo el mundo estipuló este lunes en su informe anual que los baremos relativos a la credibilidad de las elecciones, las libertades civiles y la igualdad política no han vuelto a sus niveles anteriores.
Aunque la credibilidad de los comicios mejoró en las elecciones de medio mandato de noviembre de 2022 en comparación con las presidenciales de 2020, según sus conclusiones, el cambio no es suficiente para superar el declive registrado en las de 2016.
IDEA Internacional reconoce que las elecciones en Estados Unidos están bien organizadas y que los votos se registran con precisión, pero alerta de que el nivel de intimidación contra los candidatos se ha mantenido por encima del de 2016, año en que se enfrentaron en las urnas la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, quien resultó vencedor.
En las presidenciales del próximo 5 de noviembre Trump se medirá con la vicepresidenta, Kamala Harris. El actual ciclo electoral ha estado marcado por niveles de violencia nunca vistos, con dos intentos de asesinato contra el exmandatario, uno de ellos este pasado domingo en su club de golf de Florida.
En las de 2020, Trump no aceptó su derrota frente a Joe Biden y las dudas levantadas en torno al supuesto fraude en esos comicios acabaron derivando en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 mientras se certificaba la victoria del demócrata.
IDEA Internacional apuntó que la politización de las elecciones ha afectado la percepción pública. Según un sondeo suyo reciente, menos de la mitad de los estadounidenses estuvieron de acuerdo con que los comicios de hace cuatro años fueron libres y justos.
La controversia en torno a las dos últimas presidenciales también ha tenido un impacto en cómo la gente percibe la política en general: la mayoría dice sentirse enojado y cansado cuando piensa en ese tema, y los debates presidenciales cada vez se han vuelto menos respetuosos y menos basados en hechos.
En el último cara a cara, celebrado el pasado 10 de septiembre en Filadelfia entre Harris y Trump, este último lanzó entre otros bulos que los inmigrantes haitianos de Springfield (Ohio) se comen los perros y los gatos de los vecinos, una acusación que les ha llegado a ocasionar amenazas de bomba.
La ONG recuerda que, según un sondeo de Armaly and Enders, uno de cada diez estadounidenses dice estar abierto al uso de violencia política.
Si se consideran los niveles generales de desempeño democrático en todo el mundo, según IDEA Internacional, Estados Unidos se sigue situando en un nivel alto, aunque hay diferencias entre estados e incluso distritos congresionales.
Pero en su conjunto, concluye el informe, el país solo se ha recuperado parcialmente de su periodo de declive, y las actitudes públicas hacia la política y hacia otros estadounidenses son motivo de preocupación.