La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha talado 219.5 hectáreas de selva con la autorización de las autoridades ambientales federales para extraer materiales pétreos destinados al tramo 5 del Tren Maya, que conecta Cancún con Tulum. Esta área representa el 28% de las 767 hectáreas de suelo forestal desmontadas para este proyecto.
Los bancos de extracción, situados en los municipios de Solidaridad y Benito Juárez, recibieron autorización provisional de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en 2022 y 2023, a pesar de no contar con una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) formal. La Sedena presentó las MIA correspondientes en febrero de 2024, con planes de operación para estos bancos que se extienden de uno a dos años.
A pesar de las preocupaciones sobre el impacto ambiental, la Sedena ha asegurado que implementará un Programa de Restauración de Ecosistemas para mitigar los daños. Este programa incluirá la creación de oasis artificiales y reforestación con especies nativas. Sin embargo, ya se han reportado afectaciones a la fauna local, especialmente a especies que se desplazan lentamente.
El proyecto del Tren Maya continúa generando controversia por su impacto en el medio ambiente, y las comunidades y organizaciones ecologistas siguen vigilantes ante las acciones de las autoridades y la Sedena.