El presidente de Rusia, Vladímir Putin, elogió este viernes a los creadores del nuevo misil balístico hipersónico Oréshnik, que puede causar el mismo efecto que las armas estratégicas sin ser un medio de destrucción masiva.

«El sistema Oréshnik no es un arma estratégica, en cualquier caso, no es un misil balístico intercontinental, no es un arma de destrucción masiva, incluido porque es de alta precisión», dijo el jefe del Kremlin en una reunión con la cúpula militar en la que destacó que en caso de su uso en un ataque masivo junto con otros sistemas de largo alcance, el efecto sería equiparable al que causan las armas estratégicas.

El jefe del Kremlin destacó que no se trata de la modernización de un sistema soviético, sino del resultado del trabajo de la industria militar de la Rusia postsoviética.

«Aunque también es cierto que todos venimos de la Unión Soviética, todos fuimos educados con lo que hicieron las generaciones anteriores y, en cierta medida, nos beneficiamos de sus resultados», admitió.

Putin agradeció a los creadores del nuevo misil y aseguró que estos serán condecorados con premios estatales.

Reiteró que «nadie en el mundo» cuenta con un sistema como Oréshnik, capaz de burlar cualquier escudo antimisiles.

«Sí, tarde o temprano lo tendrán también otras potencias (…). Pero eso será mañana, o dentro de uno o dos años, y nosotros lo tenemos ahora y eso es lo importante», aseguró.

En su mensaje a la nación Putin confirmó el jueves el ataque contra una fábrica de armamento en la región de Dnipró con un misil balístico hipersónico Oréshnik.

Putin también aseguró que Rusia se reserva el derecho a emplear sus armas contra instalaciones militares de los países occidentales.