El miércoles 25 de diciembre, un avión de Azerbaijan Airlines con 67 personas a bordo se estrelló cerca de la ciudad de Aktau, en Kazajistán, dejando al menos 38 muertos. El vuelo J2-8243, que iba con destino a Grozny, Rusia, había sido desviado debido a la neblina, según informó la aerolínea. En su intento de realizar un aterrizaje de emergencia, el avión se incendió y estalló en llamas.
El Ministerio de Situaciones de Emergencia de Kazajistán informó que 29 personas, incluidos tres niños, fueron hospitalizadas, y que las labores de rescate continúan. Las primeras imágenes del accidente muestran el avión descendiendo rápidamente con el tren de aterrizaje desplegado antes de tocar tierra.
El avión, un Embraer, había despegado desde la capital de Azerbaiyán, Bakú, a las 3:55 a.m. GMT, y el accidente ocurrió a las 6:28 a.m. Según datos de Flightradar24, la aeronave había sido desviada debido a condiciones meteorológicas adversas. Existen rumores no confirmados de que el avión pudo haber colisionado con una bandada de pájaros antes de estrellarse.
A bordo viajaban en su mayoría ciudadanos azerbaiyanos, pero también se encontraban pasajeros de Rusia, Kazajistán y Kirguistán. Las autoridades de Azerbaiyán y Kazajistán han iniciado una investigación sobre las causas del accidente, y se ha recuperado la caja negra del avión.
Por su parte, Azerbaijan Airlines ha cancelado los vuelos entre Bakú y las ciudades rusas de Grozny y Makhachkala mientras se completa la investigación. Embraer, fabricante del avión, ha ofrecido su colaboración con las autoridades pertinentes para esclarecer los hechos.