Un importante decomiso de hidrocarburos fue llevado a cabo en el puerto de Tampico, donde se incautaron 10 millones de litros de diésel. La operación, realizada el 19 de marzo, fue reportada por Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, quien detalló que un buque que arribó al puerto fue interceptado tras declararse como transportador de aditivos para aceites lubricantes. Además del combustible, las autoridades aseguraron vehículos, armamento y otros materiales.
Este decomiso se realizó como parte de un operativo conjunto entre la Secretaría de la Marina, la Fiscalía General de la República y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, en el que también se efectuaron cateos en propiedades de Altamira, Tamaulipas, como parte de los esfuerzos por frenar el huachicol en México.
Un operativo coordinado y resultados contundentes
El operativo en Tampico se desarrolló tras un análisis de inteligencia y una estrecha colaboración entre las fuerzas de seguridad. El buque, que estaba siendo utilizado para el tráfico ilegal de combustible, fue asegurado, así como un total de 192 contenedores, 29 tractocamiones y armamento de diverso tipo. De igual forma, en los predios de Altamira se incautaron otros elementos clave como camionetas, equipos de cómputo y material diverso.
Uno de los hallazgos más sorprendentes fue la detección de 10 millones de litros de diésel; en un terreno cerca de la carretera Camino Antiguo a Medrano. Este hallazgo resalta la magnitud del tráfico ilegal de hidrocarburos que afecta a la economía y seguridad del país.
Decomiso de hidrocarburos en Baja California: Otro gran golpe
Además de la operación en Tampico, el 29 de marzo se llevó a cabo otro decomiso significativo en Ensenada, Baja California,; donde se aseguraron 7.94 millones de litros de hidrocarburos. Este fue uno de los decomisos más grandes de su tipo en la región. A pesar de que el predio donde se almacenaba el combustible pertenecía a un exsenador,; este lo había arrendado a un tercero,; quien aparentemente utilizaba el lugar para almacenar los hidrocarburos de manera ilícita.
La operación en Baja California fue parte de un esfuerzo continuo por parte de Pemex y las autoridades para detectar; y desmantelar redes dedicadas al robo y comercialización de hidrocarburos.