La reciente jornada electoral para elegir cargos en el sistema judicial mexicano ha encendido una fuerte confrontación política en el Senado. Mientras la mayoría oficialista defiende el proceso como un hito democrático, legisladores del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano lo acusan de ser una maniobra para colocar jueces leales al régimen actual.
La elección, celebrada este domingo 1 de junio, se realizó en medio de tensiones crecientes y acusaciones de manipulación. Para la oposición, se trata de una simulación diseñada para debilitar la independencia del Poder Judicial, mientras que el bloque de Morena asegura que marca el inicio de una transformación histórica con participación ciudadana directa.
PAN y aliados denuncian simulación
Desde la tribuna, el senador Ricardo Anaya calificó la elección como una “farsa”, señalando que varios candidatos ya estaban definidos por el oficialismo. Añadió que Morena controla todas las fases del proceso, desde las boletas hasta el conteo, lo que elimina cualquier garantía de imparcialidad.
Marko Cortés, también del PAN, advirtió que el día quedará marcado como “luto nacional” por el supuesto colapso del Estado de Derecho. Según su declaración, se busca imponer jueces “sumisos al régimen” mediante estructuras clientelares.
Críticas del PRI y Movimiento Ciudadano
Senadores priistas como Carolina Viggiano y Claudia Anaya coincidieron en que el proceso está contaminado por intereses partidistas. Criticaron la falta de transparencia y denunciaron vínculos políticos entre aspirantes y el partido gobernante.
Desde Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda y Alejandra Barrales acusaron a Morena de intentar capturar el Poder Judicial para blindarse ante eventuales investigaciones. Aseguraron que esta estrategia representa una amenaza directa a la división de poderes.
Morena y aliados defienden el proceso
En contraste, los senadores Waldo Fernández (PVEM) y Armando Ayala Robles (Morena) defendieron el modelo como un paso hacia la justicia ciudadana. Afirmaron que la participación directa rompe con las viejas prácticas de designación en lo oscuro y fortalece la legitimidad institucional.
Ambos recalcaron que las críticas de la oposición reflejan un intento de mantener privilegios y deslegitimar una reforma estructural que, según dijeron, pone a la justicia al servicio del pueblo.
Voto complejo y dudas sobre el conteo
Debido a la magnitud de la elección —que incluye 16 cargos nacionales y hasta 60 candidatos por boleta en algunas zonas— el INE optó por no hacer el conteo en casillas. Los votos serán contabilizados en los consejos distritales, lo que podría retrasar los resultados por varios días o incluso semanas.
Aunque esta medida busca reducir errores, ha generado inquietudes sobre la transparencia y la integridad del proceso.
La elección judicial ha abierto una nueva grieta política en México. Mientras un bloque celebra la participación ciudadana, otro denuncia una peligrosa concentración de poder. En medio del conflicto, queda la pregunta sobre el futuro de la independencia judicial en el país.